Omar Lugo
Río de Janeiro, 24 nov (EFECOM).- Los precios mundiales del petróleo marcharon esta semana a la baja, en un comportamiento inusual en esta temporada del año, y la gran pregunta de productores y consumidores es si se trata de una nueva tendencia o apenas un espejismo.
Hoy en Londres el crudo de referencia Brent, del Mar del Norte, cerró con una modesta bajada en el mercado de futuros, en 59,35 dólares por barril para entrega en enero, 0,14 dólares menos que la víspera, después de haber ensayado tímidas alzas a lo largo de la jornada.
En el Nymex de Nueva York el crudo, el combustible de calefacción y la gasolina registraban hoy pequeñas alzas, tras las caídas de casi un dólar el miércoles y después del asueto del jueves.
Pero por ahora los mercados globales no esperan fuertes incrementos, mucho menos cotizaciones de casi 80 dólares por barril como las que espantaron al mundo hasta hace apenas tres meses.
Mientras los expertos se devanan los sesos para vislumbrar tendencias, los precios por ahora responden a señales contradictorias y muchos operadores e inversionistas permanecen a la expectativa esperando señales claras antes de decidirse por una corriente de compra o venta.
Lo cierto es que el petróleo acumula ya una baja del 23 por ciento desde el récord histórico de mediados de julio, cuando tocó los 78 dólares por barril.
El significativo retroceso de esta semana se debió fundamentalmente por anuncios del Departamento de Energía de Estados Unidos.
El principal consumidor, productor e importador mundial aumentó sus reservas de petróleo en 5,1 millones de barriles durante la semana pasada, hasta 341 millones de barriles, contra 321,8 millones hace un año.
Según la Agencia de Información de Energía del gobierno de Estados Unidos, estos inventarios alcanzan para 22,6 días, contra los 22,3 días de hace un año, y superan el promedio correspondiente a esta época del año, cuando el hemisferio norte se prepara para enfrentar el invierno boreal.
Los inventarios de gasolina también aumentaron, hasta 201,7 millones de barriles, frente a 200,4 hace un año.
La producción y las importaciones de crudo de Estados Unidos también han aumentado mientras se ha reducido el consumo, desalentado por los altos precios y gracias a un clima más favorable, lo que incluyó la ausencia de fuertes huracanes en el Caribe y la perspectiva de un invierno benévolo.
Los mercados mundiales también están descifrando las señales de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) y sus efectos sobre el mercado.
El grupo de 11 países, que controla seis de cada 10 barriles de crudo comercializados internacionalmente, recortó su producción en 1,2 millones de bpd a partir del 1 de noviembre, pero el anuncio hasta tuvo poco impacto en un mercado con holgada oferta de crudo y productos.
Los operadores y economistas también dudan de la determinación de la OPEP para sacar crudo de circulación, en momentos en que los precios siguen siendo históricamente muy buenos para el grupo.
Algunos de sus líderes, como Venezuela y Kuwait, ya han propuesto nuevos recortes a partir de enero, a ser discutidos en la próxima reunión el 14 de diciembre en Nigeria.
Se trata de un nuevo esfuerzo para que el crudo del grupo vuelva a acercarse a los 60 dólares por barril, una baza estratégica para estos países cuya economías y tranquilidad social dependen casi exclusivamente del "oro negro".
El crudo OPEP bajó el jueves 28 centavos frente al día anterior, hasta 54,98 dólares por barril y se apresta a cerrar la semana en baja, pese a las amenazas de nuevos recortes.
Los mercados tampoco se han asustado con la escalada de violencia crónica en Iraq, un socio de la OPEP que desde hace un año juega en el banco del equipo.
Tampoco respondieron a los atentados en los campos petroleros de Nigeria contra intereses de grandes petroleras, ni a los últimos capítulos de las diferencias entre Irán y occidente en torno a la cuestión nuclear.
La gran pregunta es si la baja de los precios, que ha puesto a prueba una vez más la fuerza de la OPEP, es temporal o si se trata del inicio de una tendencia a mediano plazo, en lo que los precios referenciales del Brent y el Intermedio de Texas podrían regresar a moderado valores por debajo de 50 y hasta 40 dólares.
En ese caso la OPEP tendría mayores problemas, pues su cesta promedio suele cotizar unos cinco dólares por debajo de las referencias del mercado, y las bajas globales le afectan mucho más de lo que parece a simple vista.EFECOM
ol/prb
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