
La firma francesa ha insistido en que la actual crisis propiciará una reordenación de la industria del automóvil con la consiguiente desaparición de alguna de las grandes marcas, como en su día afirmaron Fiat y la Comisión Europea. Según explicaron, las empresas están al límite del esfuerzo promocional que pueden soportar, por lo que pidió al Gobierno medidas más directas tras el "fracaso" del Plan Vive.
"Se van a quedar muchas marcas y productos por el camino", apuntó el director general de Renault España Comercial (Recsa), Armando García Otero, en una reunión con periodistas españoles con motivo del Salón Internacional del Automóvil de Ginebra. García Otero recordó que en los periodos de crisis se producen grandes cambios estructurales y se depuran las empresas y los negocios, en función de la duración de dicho periodo de incertidumbre económica.
Por eso, el director general comercial de Renault España resaltó la necesidad de que el Gobierno ponga en marcha medidas directas que incentiven las compras, puesto que las marcas de automóviles "están al límite del esfuerzo promocional" que pueden llevar a cabo. "El Gobierno debe llevar a cabo una acción que afronte el problema de verdad, porque nosotros hemos puesto todas las ayudas posibles para incentivar las ventas, pero todo tiene un límite", añadió.
Al mismo tiempo, García Otero calificó de "fracaso" la primera versión del Plan VIVE lanzado por el Ministerio de Industria, Turismo y Comercio, aunque reconoció que la edición revisada de este programa está funcionando mejor. Sin embargo, en su opinión esta iniciativa no es suficiente y puso como ejemplo las ayudas concedidas por Alemania, que aumentarán las ventas de coches en ese país en 300.000 unidades este año.
Nuevos combustibles
El director general considera que cuando pase la crisis se producirá la verdadera revolución del automóvil, que estará relacionada con la ecología y los nuevos tipos de vehículos, impulsados con energías alternativas al petróleo. "No podemos depender de una energía que no tenemos", añadió.
En este sentido, explicó que la alianza Renault-Nissan está trabajando en el desarrollo de vehículos impulsados por otro tipo de energías que no sean petróleo, como la pila de combustible y el coche eléctrico, que pretende lanzar comercialmente en algunos países en 2011.
El directivo de Renault España destacó la importancia que tiene el coche eléctrico para Renault, hasta el punto de que han sido las únicas inversiones que no ha revisado la compañía por la crisis, y calculó que la transformación del parque de automóviles a coches eléctricos tardará al menos entre diez y quince años.
Previsiones para 2009
Por otra parte, indicó que las previsiones de su compañía apuntan a que el mercado automovilístico español cerrará 2009 con un volumen de 900.000 turismos, con un ritmo de crecimineto inverso al de 2008, cuando las matriculaciones fueron positivas en los primeros meses del año y decrecieron a medida que avanzaba el año.
"En este contexto de mercado no es importante el volumen, sino que hay que fijarse en la cuota. Tenemos gama para mejorar nuestros resultados comerciales", explicó, al tiempo que resaltó que la estrategia del grupo Renault en España se centra en contar con una amplia gama de productos de calidad, así como en tener una red comercial y un stock saneado.