"The Economist" advierte al Gobierno español en su último número de que podría haber quedado "como un tonto" después de que Enel adquiriera el control sobre Endesa.
En un artículo, la publicación británica afirma que, "tras años de batallas legales, orgullos heridos y compromisos de cara a la galería", el culebrón de Endesa ha llegado a su fin.
"Todo comenzó cuando el Gobierno español intentó una fusión entre Endesa y otra compañía española, Gas Natural, en un esfuerzo para crear un campeón nacional" en el sector energético, explica "The Economist".