El presidente de FCC, Baldomero Falcones, no podrá cumplir con su plan estratégico en los próximos dos años. Así lo reconoció ayer cuando anunció que se ha concedido una prórroga para alcanzar los objetivos que se marcó cuando tomó las riendas del grupo el pasado ejercicio, antes de que estallara la actual crisis financiera. Entonces, preveía invertir 4.000 millones de euros hasta 2010, cifra que ahora ha puesto en cuarentena.
Entre los 1.287 millones que lleva invertidos y los 944 millones que prevé destinar este año a crecer, la compañía llegará a la fecha objetivo con apenas la mitad de los deberes hechos. De ahí, el tiempo de gracia que se ha concedido.
Pero este cambio se limita a las cifras, ya que la estrategia del grupo continúa siendo la misma, como demuestra su firme apuesta por las energías renovables, con especial énfasis en renovables y proyectos de valoración energética, utilizando los hornos de sus plantas para transformar la basura y los residuos en energía.
Apuesta por las renovables
Además, la constructora, que acaba de convertirse en el cuarto productor de energía eólica de España con la compra de Olivento, tiene en mente media docena de proyectos termosolares y quiere abrir una nueva línea de actividad con la instalación de pequeñas plantas solares, de dos megavatios, en los techos de todas sus fábricas.
Donde FCC (FCC.MC) está consiguiendo superar su objetivos es en el plan de recorte de costes. La compañía se había marcados reducirlos en 100 millones para cuando llegara 2010, y ya lo ha conseguido, lo que ha llevado a Falcones a proponerse ahora doblar esta cifra de ahorros.
La necesidad de contar con músculo financiero en el entorno actual ha obligado a la constructora a cambiar la forma en que consolida su partición en Realia y Global Vía, para evitar tenerse que apuntar la deuda de estas sociedades. Con esta modificación, el grupo ha conseguido reducir sus compromisos financieros a 6.900 millones de euros y contar con una salud financiera comparable a la de una compañía una eléctrica.
Y eso que FCC está sufriendo en su cuenta de resultados (ver gráfico) el impacto del desplome inmobiliario y cementero. La negativa evolución de estas actividades se ha traducido en un descenso de dos puntos del margen de rentabilidad, aunque éste sigue siendo uno de los más elevados del sector: 12,4 por ciento. Además, el grupo cuenta con una cartera de 32.707 millones, tras incrementarla un 8,2 por ciento.
