
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, ha calculado en unos 800 millones de dólares la deuda que mantienen las petroleras hispano-argentina Repsol-YPF y la francesa Perenco por no haber abonado los impuestos que gravan las ganancias extraordinarias obtenidas por la explotación de crudo.Correa recordó que se han renegociado la mayor parte de los contratos con las empresas petroleras que operan en Ecuador, quedando pendientes Repsol-YPF y Perenco.
En su informe semanal de labores, Correa señala que el Gobierno espera cambiar los contratos de participación por otros de prestación de servicios.
A Repsol y Perenco se les ha notificado un "proceso de coactiva" por no haber pagado los impuestos de las ganancias extraordinarias obtenidas por la explotación de petróleo ecuatoriano, indicó Correa en su informe emitido hoy desde la ciudad andina de Ambato.
"Nos deben como 800 millones en impuestos de las ganancias extraordinarias", precisó Correa al señalar que las empresas extranjeras han reclamado por el cambio del reparto de las ganancias extraordinarias.
"Con Ecuador no se juega"
Según Correa sólo a dos compañías, Perenco y Repsol, "se les ha aplicado la coactiva. Con Ecuador no se juega, menos con el Gobierno de la revolución ciudadana, ya nuestra patria no es la 'banana republic', ni el patio trasero de nadie", puntualizó.
Indicó que las compañías han mandado una propuesta de pago "de cerca de los 800 millones de dólares que nos deben. Se ve que sólo actúan en base a la presión. No voy a dar marcha atrás", advirtió.
Al anunciar el pasado sábado el inicio del proceso de coactiva, Correa admitió que esa decisión le acarreará conflictos con los Gobiernos de España y Francia, pero remarcó que la medida era "inevitable" para impedir que "ciertas compañías se burlen del país".
Esos contratos de participación son "un saqueo" para Correa, ya que permitían a las petroleras que operan en el país pagar una cuota establecida en los convenios, pero no decían nada sobre las ganancias extraordinarias por el alto precio del crudo en los mercados internacionales.
Correa reiteró hoy que en 2007 promulgó un decreto ejecutivo que establecía que el 99 por ciento de esas ganancias extraordinarias vayan al Estado y el uno por ciento a las compañías, en lugar de los porcentajes 50-50 que se aplicaban.