Empresas y finanzas

FCC usa la contabilidad creativa para quitarse un tercio de su deuda

Esther koplowitz, dueña de FCC.

Operación de libro de contabilidad creativa. Sólo así puede definirse la jugada que acaba de hacer FCC, que hace tres años montón una estructura para elevar su deuda, porque era lo que demandaba el mercado, y ahora que todo ha cambiado, deshace el camino para quitársela de encima. Eso sí, siempre dentro de la ley y sin cambiar un ápice su realidad. La compañía deshace así el camino de los últimos tres años en Realia y Global Vía.

Así, FCC ha reducido de golpe un tercio su deuda, gracias a que ha sacado del perímetro de consolidación a dos de sus filiales más onerosas: la inmobiliaria Realia y la sociedad de autopistas Global Vía.

En ambas, ostentaba el poder gracias a sus acuerdos con Caja Madrid. Un mando que va a seguir teniendo, pero ahora llevándose sólo los buenos frutos y quitándose los malos, es decir, la deuda.

Mando sin cargas

En Realia, FCC controlaba el 51% del capital gracias a la sociedad instrumental que compartía con Caja Madrid. Dentro de esta instrumental, cada socio poseía el 25,5 por ciento del capital, pero Caja Madrid le concedió el poder a la constructora para que ésta pudiera inyectarse toda la filial en su cuenta de resultados. Una foto que ahora no le interesa y prefiere consolidarla por puesta en equivalencia.

¿Solución? Rompemos la sociedad, para que FCC no tenga que inyectarse los 2.232 millones de deuda de Realia y, en cambio, podrá seguir llevando a su balance un tercio del beneficio de la inmobiliaria, además de seguir mandando, porque el grupo presidido por Baldomero Falcones tenía otro 4,52 por ciento de Realia, lo que le confiere una participación total del 30,02 por ciento en la inmobiliaria, es decir, queda por encima del nivel exigible para lanzar una opa sin tener que pagar este peaje. Carambola.

Este punto es esencial para la constructora, que sigue considerando estratégica su participación en Realia. De hecho, va a reforzar a la inmobiliaria dando entrada a un socio que suscriba una ampliación de capital aportando edificios en renta. Además, FCC y Caja Madrid se han comprometido a no vender sus participaciones hasta junio de 2012

En Global Vía, donde FCC y Caja Madrid se reparten el capital al cincuenta por ciento, la jugada es la misma. Al romper la sociedad, la constructora elimina de sus cuentas 580 millones de deuda.

Consulte la información completa en la edición de fin de semana de diario elEconomista.

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