
Comienza una nueva era para la primera inmobiliaria española a raíz de un cambio de propietarios. La familia Sanahuja ha cedido el testigo al Santander, Banesto, BBVA, Popular, Sabadell y Caja Madrid. Estas seis entidades financieras aterrizaron oficialmente ayer en el capital de Metrovacesa controlando el 65,1 por ciento. Sin embargo, el grupo Santander es el encargado de tomar las riendas de la inmobiliaria, al tener el 23,6 por ciento, si se le suma además la participación con la que se ha quedado Banesto.
Por eso, la entidad financiera cántabra ha nombrado a Eduardo Paraja como capitán de un barco cargado de unos números rojos de 737 millones de euros.
Con este movimiento, los Sanahuja pierden su imperio del ladrillo que tanto trabajo les costó conquistar. En concreto, la familia pasará a tener el 30 por ciento del capital de la inmobiliaria, pero sin derechos de voto de esa participación, pues se los han quedado cuatro de los bancos (BBVA, Popular, Sabadell y Caja Madrid) durante un mínimo de cinco años. A cambio la saga catalana ha canjeado una deuda de 2.171 millones de euros aproximadamente y se embolsa de 427 millones que le han pagado algunas de las entidades por el 10,77 por ciento de Metrovacesa.
Opción de compra
Con el objetivo de no despedirse para siempre de la inmobiliaria, los Sanahuja tienen una opción de compra sobre el 12,9 por ciento de Metrovacesa. De ese porcentaje, el 10,7 por ciento se podrá ejecutar en cualquier momento en un plazo de cuatro años a un precio de 57 euros cada acción (ayer cerró a 27,80 euros). Por otro lado, Román Sanahuja podrá ejecutar el 2,10 por ciento restante durante este mes y el próximo al mismo precio. Lo que ocurre es que durante los próximos cinco años, los bancos han cavado una zanja a los Sanahuja para que no lancen durante ese periodo un opa sobre Metrovacesa o eleven su participación en el capital.
Para cerrar la era de los Sanahuja, Román Sanahuja (hijo) y sus hermanos Javier y Ricardo dimitieron como consejeros, también lo hizo el hombre de confianza de la familia Jesús García de Ponga, que era el que llevaba las riendas de la sociedad. En cambio, Román Sanahuja ha dimitido de la presidencia, pero conservará un puesto en el consejo de administración.
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