Luxemburgo, 14 nov (EFECOM).- Los sindicatos luxemburgueses cristiano LCGB e independiente OGB-L pusieron hoy en duda los compromisos sobre empleo e inversiones del consejero delegado de la nueva empresa siderúrgica Arcelor Mittal, el anglo-indio Lakshmi Mittal.
A pesar de que Mittal reiteró en repetidas ocasiones que respetaría los compromisos adquiridos por Arcelor en estos ámbitos, los dos sindicatos están alarmados por las declaraciones del presidente del nuevo grupo en una entrevista publicada hoy por el diario luxemburgués "D' Wort".
En la entrevista, Mittal admitió que expertos de la empresa estudian dónde implantar el departamento de tecnologías de la información de Arcelor Mittal: en Dubai, donde actualmente se encuentran los sistemas de informática de Mittal, o en Luxemburgo, donde están los de Arcelor.
Mittal dijo que la decisión sobre la sede de ese departamento se tomará en función de "lo que nuestros expertos consideren la mejor solución".
Los sindicatos condenaron en un comunicado esta manera de proceder, "que pone en peligro un centenar de puestos de empleo en Luxemburgo" e indicaron que las palabras de Mittal "dejan a entender que sus declaraciones sobre la conservación de los centros de trabajo y empleos han sido mentiras".
Además, acusaron a Mittal de poner en duda el "modelo social luxemburgués" al anunciar posibles deslocalizaciones sin consulta previa con los sindicatos.
"Esta manera de dirigir el nuevo grupo Arcelor Mittal genera sentimientos de inquietud e inseguridad entre el personal y es contraria al impulso de movilización y motivación preconizado por el señor Mittal con el fin de lograr el proceso de integración", añadieron en su nota conjunta.
Por ello, OGB-L y LCGB pidieron que se convoque cuanto antes una reunión tripartita entre los dirigentes del grupo, el Gobierno luxemburgués y los sindicatos a fin de "trazar las perspectivas y conseguir garantías claras" para los centros de trabajo y los empleos.
El grupo Arcelor y la anglo-india Mittal Steel anunciaron su fusión el pasado junio presionados por un grupo de accionistas del grupo europeo y después de protagonizar un enfrentamiento de cinco meses a raíz de la opa hostil que presentó la segunda por la primera.
La fusión ha dado lugar al mayor grupo siderúrgico del mundo, con una capacidad de producción de 120 millones de toneladas al año y unos ingresos anuales de 57.200 millones de euros. EFECOM
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