WASHINGTON (Reuters) - Negociadores del Congreso y funcionarios de la Casa Blanca se reunieron a puerta cerrada el martes a última hora para intentar superar los desacuerdos sobre un proyecto de estímulo económico que podría costar a los contribuyentes unos 800.000 millones de dólares.
El presidente Barack Obama ha fijado como plazo límite el fin de semana para finalizar la compleja legislación y hay mucha presión para lograr acuerdos que allanen la vía para que el Senado y la Cámara de Representantes aprueben un compromiso final.
"Aún no llegamos allí, pero hemos conseguido una cantidad significativa de avances en las últimas 10 horas", dijo el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, a los periodistas tras concluir la sesión final de negociaciones el martes.
Reid dijo que espera que se llegue a un acuerdo el miércoles, pero declinó detallar los avances hechos.
El jefe del gabinete de la Casa Blanca, Rahm Emanuel, un ex congresista, se unió a las discusiones en el Capitolio.
Obama se reunió en la Casa Blanca con demócratas fiscalmente conservadores de la Cámara de Representantes, que dijeron a los periodistas que habían recibido garantías de que el Gobierno trabajaría para controlar el gasto futuro.
La presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, dijo que espera que el trabajo esté listo para el fin de semana, pero hizo notar que algunos representantes demócratas están "preocupados" por los recortes del Senado a la educación y otras iniciativas de gasto ya aprobadas en la Cámara.
Según un asesor demócrata de la Cámara, los negociadores podrían llegar a un acuerdo rápido sobre la parte de recortes impositivos del proyecto, pero las prioridades de gasto podrían ser más complicadas.
Una vez que los líderes del Senado y la Cámara alcancen un acuerdo, con la aprobación de Obama, se celebrará una reunión pública de los negociadores para una firma formal del proyecto, que será presentado a cada cámara para su votación final.
La Cámara baja aprobó un proyecto por 820.000 millones de dólares en exenciones impositivas y programas de gasto, mientras que la versión del Senado apuesta por un gasto mayor de 838.000 millones de dólares.
Pelosi dice que el proyecto aprobado en la Cámara creará más empleo a menor coste, cumpliendo con la promesa de Obama de crear o salvar hasta 4 millones de empleos a través de una serie de proyectos de construcción e inversión y recortes impositivos para poner más dinero en las manos de los consumidores.
La mayoría de los senadores republicanos, y todos los republicanos de la Cámara, se han opuesto a los proyectos como están redactados hasta ahora, y hay pocas esperanzas entre los demócratas de llegar a un proyecto verdaderamente bipartidario, que Obama dice necesita ponerse en marcha rápido para evitar una "catástrofe".