Empresas y finanzas

Bancos rusos piden al Kremlin que medie para reestructurar su deuda con entidades occidentales

Vladimir Putin, primer ministro de Rusia. Foto: archivo

Un grupo de bancos regionales rusos ha pedido al gobierno ruso que interceda por ellos en la renegociación de la deuda que tienen con entidades financieras extranjeras, que ascendería a 400.000 millones de dólares a devolver en los próximos cuatro años. Éstos habrían presentado una propuesta tras hablar con bancos como HSBC o Deutsche Bank, pero el Gobierno no ha contestado todavía.

"Algunos bancos occidentales han pedido mantener conversaciones", según confirmó Anatoly Aksakov, jefe de la Asociación de Bancos Regionales de Rusia, en una entrevista con el diario japonés Nikkei.

"Fue iniciativa suya tener conversaciones sobre este asunto para contemplar la reestructuración de la deuda de algunas compañías, así todo el mundo podría estar tranquilo", añadió Aksakov, en cuya organización se incluyen bancos como Alfa Bank, VTB Group y la división rusa de Citigroup.

Los interesados habrían presentado una propuesta al Gobierno ruso y algunos bancos extranjeros, incluidos HSBC (HSBA.LO) y Deutsche Bank (DBK.XE), que han indicado que estarían de acuerdo en sostener negociaciones de ese tipo, según la publicación nipona.

Aksakov ha señalado que la asociación escribió al Gobierno después del acercamiento de las entidades financieras occidentales, que querían asegurarse de la capacidad de algunas compañías de cumplir con sus obligaciones. El Gobierno no ha respondido, añadió el presidente de la asociación.

Tanto Deutsche Bank como HSBC declinaron hacer declaraciones, y un portavoz del ministerio de Finanzas ruso negó que se hubiera comenzado a negociar.

La especulación sobre las posibles pérdidas de bancos europeos en préstamos rusos ha provocado caídas del euro frente al dólar y el yen. Rusia ha prometido más de 200.000 millones de dólares en fondos de emergencia, después de que la caída de los precios del petróleo llevara al mayor exportador mundial de energía a su peor crisis desde 1998, cuando el gobierno de Boris Yeltsin suspendió pagos de sus 40.000 millones de dólares.

En los últimos seis meses, Rusia ha gastado más de un tercio de sus reservas en moneda extranjera -cerca de 200.000 millones de dólares- para disminuir la presión a la baja sobre su moneda.

El rublo fue devaluado para negociarse más en línea con los precios del petróleo, tras la acelerada caída del crudo, y con una actividad económica en recesión.

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