
La presidenta de Argentina, Cristina Kirchner, ha comenzado hoy una visita oficial a nuestro país que durará dos días, con la decision de nacionalizar Aerolíneas Argentinas, adoptada el pasado mes de diciembre, como uno de los principales temas a tratar. En su opinión, se trata de "la culminación de un proceso" por "un servicio público que no se estaba prestando".
En una entrevista al diario español ABC, la mandataria aseguró que "nunca hubo intención de provocar, al contrario, siempre traté de llegar a un acuerdo", y añadió que "la relación empresarial entre Argentina y España es óptima".
"Nunca funcionó"
Según explicó, "la privatización de Aerolíneas nunca funcionó adecuadamente y culminó con una no prestación del servicio que colocó al país en graves problemas de conectividad". A modo de ejemplo, explicó que se vendieron billetes para las vacaciones de invierno cuando no se disponía del servicio para hacer frente a los mismos.
La expropiación de Aerolíneas Argentinas ha abierto un conflicto entre el Gobierno argentino y la compañía española Marsans, tras suscribir en julio un acuerdo de venta en el que ambas partes se comprometieron a buscar tasadores y, en caso de discrepancia, acudir a un auditor. En diciembre, el Gabinete de Fernández recurrió al Parlamento para aprobar la nacionalización.
Hoy, Fernández rehusó explicar si durante su estancia en España se negociará algún tipo de acuerdo con Marsans, y se limitó a decir que la operación tomará "los carriles que marca la Ley de Expropiación".
Las empresas españolas no han desaparecido
"Tuvimos que tomar decisiones que no habríamos querido tomar", aseguró Fernández en TVE, quien añadió que ella misma decidió que fuera el Parlamento argentino el que abordara la expropiación de la compañía aérea, en manos del grupo español Marsans, porque era un asunto "que excedía el propio poder Ejecutivo".
Sin embargo, Kirchner incidió en que la situación de hace unos años "nada tiene que ver con este escenario actual, donde grandes empresas españolas como Repsol YPF o Abertis trabajan con excelentes resultados", recordó Kirchner, que viene a España acompañada por "empresarios argentinos socios de estas compañías". "Lo que tiempo atrás parecía casi un desastre, cuando se decía que las empresas españolas iban a desaparecer de Argentina, no se ha cumplido", constató.
A las empresas españolas "nadie las trató de imperialistas. Simplemente había intereses contrapuestos. El Gobierno tuvo que defender a una sociedad como la argentina, con un 25% de paro, que no podía dar demanda a lo que pedían las empresas. El resultado de estos años nos ha dado la razón: las empresas han querido tener rentabilidad y la gente trabajo y mejores salarios", resumió.