¿Van los portátiles camino de desbancar a los ordenador de mesa? A juzgar por los datos de venta, lo cierto es que parece que los primeros tienen más predicamento entre el público que los segundos.
Trimestre tras trimestre, los portátiles son el gran motor del mercado español de ordenadores personales. En el tercero, según datos de IDC, este segmento creció un 37 por ciento, registrando el mayor incremento en el ámbito de consumo. Mientras, las ventas de sobremesas aumentaron un 7 por ciento, con un descenso del 2,7 por ciento en las empresas.
El Portátil iguala al ordenador de mesa
En cuanto a cifra total, los PC ligeros se quedan a unas pocas décimas de igualar a las del clásico ordenador de sobremesa. Entre julio y septiembre, se han vendido en España casi tantos portátiles (443.674 unidades) como PC de sobremesas: tan sólo 10.000 unidades han impedido que se igualaran las ventas. Pero en el mercado están convencidos de que el cuarto trimestre, con el tirón de la campaña de Navidad, se producirá el esperado vuelco.
La bajada de precio de estos equipos -los hay por debajo de los 600 euros-, la mejora de las prestaciones, su pequeño tamaño y la ventaja añadida de su portabilidad le han convertido en una opción para muchos particulares y profesionales autónomos. La guerra de precios que inició hace cuatro años el fabricante español Airis fue el detonante para que las grandes marcas iniciaran una agresiva estrategia para convertir el portátil, hasta entonces un artículo destinado a unos pocos profesionales, en un producto asequible para el gran público.
Menos precio, más disco duro
De hecho es este fabricante el que ofrece uno de los precios más competitivos, aunque de los productos seleccionados, la norteamericana Dell (DELL.NQ) es la propone el portátil más barato. Su modelo Inspiron 6400 cuesta 849 euros, frente al Praxis 1005 de Airis, de 904,31 euros. A esto hay que añadir que el portátil de Dell ofrece muy buenas prestaciones: disco duro de 120 GB, el sistema operativo Windows XP instalado, y garantía de dos años.
Los modelos de este rango de calidad de los fabricantes clásicos Toshiba y HP no difieren demasiado en cuanto a precio. El Satellite Pro M70-307 de la casa japonesa cuesta 1.099 euros, y el HP Compaq nc8430 Business Notebook, 1.199 euros. Algo más de memoria de disco duro, 80 GB, tiene el de HP, frente a las 60 GB de Toshiba.
Para aquellos interesados en aprovechar la conexión sin cables (WiFi) a Internet, les conviene estudiar el modelo que la permite (actualmente, prácticamente todos). La tecnología Bluetooth está indicada para la sincronización con otros dispositivos, como móviles, PC de mesa o PDA. El modelo de Airis, por ejemplo, ofrece un módulo interno de Bluetooth opcional, el resto lo incluyen.
Qué conviene más
Elegir entre un portátil y un ordenador de sobremesa no es una decisión fácil, la diferencia de precio existente entre ambos suele decantar la elección hacia el ordenador de sobremesa, sin embargo el auge en ventas de portátiles cada vez iguala más ambos segmentos de dispositivos.
Como ocurre con otras tecnologías, la elección entre uno u otro aparato tiene que venir derivada del uso que se pretenda dar al equipo. Aún así, tratemos de ver qué diferencias hay entre el ordenador de mesa y el portátil.
En general se puede señalar que el precio del ordenador de mesa suele ser un 25 por ciento más bajo que el portátil. A día de hoy además, sus componentes internos son de más fácil actualización que los de los dispositivos portátiles.
Lo cierto es que a muchos usuarios le sigue disuadiendo el incómodo teclado del portátil y se decantan por la comodidad y amplitud del de mesa.
Pero, es lógico, en cuanto existe la necesidad del transporte, el portátil es el rey. Pero es que además, la mayoría de los dispositivos de conectividad y control del ordenador de mesa son periféricos, lo que dificulta enormemente su transporte. Por el contrario, en un portátil todo el hardware importante (unidades que permiten hacer funcionar el sistema interno de la máquina) está en su interior, limitando de esta manera la necesidad de periféricos.
Además el portátil, como su propio nombre indica, se porta, y su fácil conexión inalámbrica WiFi lo hace idóneo para el trabajo en lugares cada vez más diversos (universidades, cafeterías, empresas...) que disponen de esta red.
Sí es cierto que debemos mencionar una serie de puntos débiles de los portátiles, como son su fragilidad, su compleja actualización del hardware o la escasa duración de sus baterías. Aunque, en descargo de los fabricantes habrá que añadir que el perfeccionamiento tecnológico hace que se depuren cada vez más estos defectos y se ofrezcan productos a la altura de la exigencia de sus usuarios.