
El pasado 23 de septiembre arrancó en Nueva York la Cumbre de Acción Climática de Naciones Unidas, con el objetivo de impulsar y movilizar a la clase política para aumentar la ambición de las contribuciones de los países al Acuerdo del Clima de París, pero el resultado no ha sido el deseado. Ya está disponible la nueva edición de elEconomista Energía
Si bien se esperaba que los países llegaran a la Cumbre para anunciar avances en su ambición climática, la mayoría de las principales economías, lamentablemente, se han quedado cortas. Según Andrew Steer, presidente y consejero delegado del Instituto de Recursos Mundiales, "su falta de ambición contrasta fuertemente con la creciente demanda de acción en todo el mundo". Por su parte, el secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha hecho un llamamiento a todos los países, principalmente en tres direcciones, "para que pongan un precio significativo al carbono, eliminen gradualmente los subsidios a los combustibles fósiles y dejen de construir nuevas plantas de carbón".
A pesar de todo, la Cumbre mostró signos inspiradores de progreso con la aparición de asociaciones y coaliciones dinámicas y la firma de diferentes compromisos para frenar el cambio climático. Según datos de la organización, un total de 66 países han declarado que mejorarán la ambición de sus planes climáticos nacionales para 2020 y otros 66 han confirmado que están trabajando para lograr la neutralidad en carbono a largo plazo.
En el ámbito privado, la Cumbre Climática ha dejado, entre otras acciones, el compromiso de 87 compañías de establecer objetivos climáticos en sus operaciones y cadenas de valor para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5°C y alcanzar cero emisiones antes de 2050. La Fundación Gates, el Banco Mundial y los gobiernos de varios países también anunciaron compromisos financieros por valor de 790 millones de dólares (unos 718 millones de euros) para mejorar la capacidad de recuperación de más de 300 millones de pequeños agricultores. Asimismo, un total de 130 bancos que representan un tercio del sector bancario global se han comprometido a ampliar su contribución al logro de los objetivos climáticos y de desarrollo sostenible. Entre otros compromisos, destaca el adquirido por quince gobiernos y diez empresas para impulsar un aumento global anual del tres por ciento en eficiencia energética y el lanzamiento de la coalición "Getting to Zero" por parte de medio centenar de empresas para que las rutas de transporte marítimo con cero emisiones sean una realidad en 2030.
España: 150 millones al Fondo Verde del Clima
El presidente del gobierno español en funciones, Pedro Sánchez, ha sido uno de los 60 líderes mundiales -además de representantes de grandes compañías y de ciudades comprometidas con la lucha contra el calentamiento global- que acudió a Nueva York para participar en la Cumbre del Clima con acciones concretas, siguiendo la directriz de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 45 por ciento en los próximos diez años y a cero en 2050. La Cumbre también se ha caracterizado por la ausencia de los jefes de Estado de algunos de los países más contaminantes del planeta como Australia, Brasil, Canadá y Japón. El presidente de EEUU, Donald Trump, decidió finalmente hacer acto de presencia, pero no realizó ninguna intervención.
España llegó a la Cumbre con el compromiso de alcanzar la neutralidad de las emisiones en 2050. Entre las medidas presentadas, Sánchez anunció una partida de 150 millones de euros al Fondo Verde para el Clima en los próximos cuatro años -otros siete países también se han comprometido a hacer sus aportaciones- para ayudar a países en desarrollo en prácticas de adaptación al cambio climático y mitigación de sus efectos. También anunció que ratificará la enmienda de Kigali al Protocolo de Montreal (relativo a las sustancias que agotan la capa de ozono y que entró en vigor el 1 de enero de 2019) y la aportación de dos millones de euros al Fondo de Adaptación en el marco de la Convención del Clima para ayudar a países en desarrollo a adaptarse a los efectos nocivos del cambio climático. Sánchez también presentó los resultados de tres trabajos, fruto de una coalición internacional coliderada con Perú y varios organismos y agencias de Naciones Unidas, con acciones concretas para lograr la justicia climática en tres áreas: transición justa y empleo verde, salud y calidad del aire, y género.
El presidente en funciones aprovechó su presencia en la Cumbre para presentar los compromisos concretos de España, dando un paso al frente con el Marco Estratégico de Energía y Clima al que se refirió como "nuestro Green New Deal", y cuya pieza fundamental, el Plan Nacional de Energía y Clima (que el Gobierno presentará en los próximos días), "ha sido el mejor valorado por la Comisión Europea en términos de ambición, credibilidad y calidad". "Queremos llegar a 2030 con una remisión de emisiones en el conjunto de nuestra economía de alrededor de un 20 por ciento respecto a los niveles de 1990", dijo el presidente, quien anunció que está prevista la movilización de 236.000 millones de euros y la creación de 250.000 y 364.000 empleos asociados a la transición ecológica, entre 2021 y 2030.
Principales estrategias europeas
Por lo que respecta a otros países europeos, el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, señaló que Italia está finalizando su estrategia a largo plazo para la neutralidad de carbono para 2050, que incluirá la eliminación gradual del carbón para 2025 y la sustitución de esta generación mediante una mayor eficiencia y el desarrollo de renovables. También describió un New Deal verde italiano, que implicará un programa de empleos verdes y una revisión de subsidios potencialmente dañinos. Por su parte, el primer ministro inglés, Boris Johnson, anunció que el Reino Unido aumentará su gasto en el extranjero para abordar el cambio climático a 11.600 millones de libras (unos 13.000 M€) en los próximos cinco años y reiteró el compromiso del país de alcanzar emisiones netas de carbono cero para 2050.
Además de reiterar su compromiso de contribuir con 1.500 millones de dólares al Fondo Verde para el Clima, la canciller alemana, Angela Merkel, expuso en la Cumbre algunos de los puntos clave del ambicioso plan de transición energética aprobado tan solo dos días antes, con el que pretende alcanzar la neutralidad de carbono para 2050 y que supondrá un desembolso de 54.000 millones de euros en los próximos cuatro años. Alemania planea eliminar las centrales nucleares para 2022, producir dos tercios de su electricidad a partir de renovables en 2030 y eliminar las centrales eléctricas de carbón en 2038.
Suecia -junto a Luxemburgo, Noruega, Hungría e Islandia- es otro de los países europeos que se ha comprometido a duplicar su compromiso con el Fondo Verde para el Clima en 852 millones de dólares (unos 775 M€) y a aportar 55 millones al Fondo de Adaptación y otros 55 al Fondo de Países Menos Desarrollados. Junto a India, está lanzando un grupo de liderazgo para la transición de la industria, con el apoyo del Foro Económico Mundial y varios países miembros, para acelerar la transición de la industria pesada con bajas emisiones de carbono, ayudar a los sectores y países en el desarrollo de hojas de ruta para que no tengan combustibles fósiles y para facilitar la innovación y la transferencia de tecnología.
El presidente francés, Emmanuel Macron, instó a otros países a dar un paso al frente del desafío climático. Presionó a la Unión Europea para que se comprometa a reducir las emisiones en un 55 por ciento para 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2050 e instó a otros países a aumentar los compromisos con el Fondo Verde para el Clima, al que Francia ha comprometido 1.700 millones de dólares (unos 1.500 M€), con lo que las contribuciones de todos los países ascienden a 7.000 millones de dólares (unos 6.300 M€).
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, explicó la decisión de su país de comprometerse con la neutralidad de carbono para 2050. Para ello, reducirá las emisiones un 50 por ciento por debajo de los niveles de 2005 para 2030 en su camino hacia la neutralidad de carbono para 2050. Llegará allí eliminando el carbón, obteniendo el 80 por ciento de la electricidad de fuentes renovables, logrando un objetivo de eficiencia energética del 35 por ciento y mejorando el secuestro de carbono de los bosques y otros usos de la tierra.
La Cumbre de Acción Climática es sido uno de los eventos incluidos en la Semana del Clima de Nueva York, que finaliza este domingo, y que viene acompañada de la celebración de cerca de 5.700 eventos en 161 países del mundo entre manifestaciones, huelgas y actos públicos con un mensaje claro: la eliminación gradual de los combustibles fósiles para evitar los peores impactos climáticos. El pistoletazo de salida fue la huelga climática que secundaron unos 4 millones de personas en todo el mundo el pasado 20 de septiembre, en la que intervino la joven activista sueca Greta Thunberg, y que se repetirá este viernes.
En declaraciones a los líderes mundiales, la activista sueca los acusó de traición: "no dejaremos que os salgáis con la vuestra. Si elegís fallarnos, nunca os perdonaremos. Aquí mismo, ahora mismo, es donde trazamos la línea. El mundo está despertando. Y el cambio está llegando, guste o no", señaló. Después de su discurso, Thunberg, junto con otros 15 niños, presentó una queja oficial sobre el impacto de la crisis climática sobre los jóvenes ante el Comité de los Derechos del Niño de Naciones Unidas.
Informe del IPCC sobre océanos y criosfera
El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), ha publicado su último informe en el que examina la forma en que el cambio climático está afectando a los océanos y la criosfera y lo que sucederá si las emisiones de gases de efecto invernadero no disminuyen rápidamente. En líneas generales, el informe, aprobado por 195 gobiernos, concluye que los océanos, el hielo y la nieve de la Tierra están cambiando a un ritmo acelerado debido a las emisiones de gases de efecto invernadero. A menos que las emisiones disminuyan, las consecuencias de este siglo incluirán el rápido aumento del nivel del mar, el colapso de los glaciares de montaña, la muerte generalizada de la vida marina y los ciclones cada vez más destructivos.
Concretamente, el informe señala que los océanos podrían aumentar 10 veces más rápido para el año 2.100 de lo que lo hicieron en el siglo XX. Los glaciares perderán más de un tercio de media de su masa, reduciendo el suministro de agua para las personas que dependen de ellos. Algunas cadenas montañosas podrían perder más del 80 por ciento de sus glaciares para el año 2.100 y muchos de ellos desaparecerán por completo. La vida marina seguirá disminuyendo; de hecho, entre el 84 y el 90 por ciento de todas las olas de calor marinas son atribuibles al cambio climático.