
Ya están aquí y han llegado para quedarse. En tan solo unos años, las aeronaves no tripuladas en el sector civil, más conocidos como drones, han pasado de representar a una comunidad de aficionados y entusiastas, a establecerse como toda una nueva industria que mueve millones de euros. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Factoría 4.0
El nacimiento de este nuevo mercado conlleva el surgimiento de oportunidades para compañías tecnológicas y fabricantes de componentes que son imprescindibles para la integración de sensores e interpretación de datos. Esta situación, además de ser el caldo de cultivo idóneo para el nacimiento de startups y de nuevas empresas privadas, también es un mercado lo suficientemente grande para atraer a gigantes de la talla de Intel o Qualcomm que están realizando grandes inversiones en drones.
Es complicado hacer una estimación del número de unidades de drones vendidas en el mundo en los últimos cuatro años, ya que no hay ningún estudio oficial que recoja estos datos, pero si tomamos como referencia el caso de DJI, el fabricante asiático responsable del 70 por ciento de las ventas globales de drones, podemos ver que ha pasado de 131 millones en 2013 a tener una valoración de 10 billones de dólares en la actualidad. No existe una normativa común europea que regule las aeronaves no tripuladas, aunque hay planes para su realización. La normativa española sobre drones lleva vigente desde julio de 2014. Durante este periodo, aunque la explotación comercial de los drones ha estado restringida, ha servido para preparar a las empresas y para conocer cuáles son las necesidades reales del mercado. La Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) ha publicado un borrador de una nueva normativa sobre drones que reemplazará a la actual a lo largo de este año. El nuevo reglamento será menos restrictivo y entre otros cambios, permitirá los vuelos en ciudades y de larga distancia que van a abrir las puertas a la explotación comercial de las aeronaves no tripuladas en sectores que ahora están limitados por la normativa vigente.
Una norma que impulse el sector
Obviamente hay una gran expectación por la llegada de esta nueva ley que impulsará a las empresas del sector y a las operadoras aéreas de drones, que en tan solo dos años han pasado de ser una figura que no existía, a haber más de 2.000 registradas sólo en España.
La explotación del mercado de los drones está más ligada al desarrollo de la legislación, que al propio desarrollo de una tecnología que oficialmente lleva más de 15 años en el sector militar. En países como Japón, en los que la normativa no ha puesto barreras para su explotación comercial, un gran porcentaje de la agricultura de precisión en los campos de arroz se realiza mediante drones, siendo el helicóptero no tripulado RMAX de la conocida compañía nipona Yamaha el modelo más vendido y con el que llevan acumuladas más de 2 millones de horas de vuelo.
Según los últimos informes emitidos, el valor actual del mercado global de servicios con drones se sitúa por encima de los cien mil millones de euros y la agricultura de precisión, junto con las inspecciones industriales, son los sectores que más se van a desarrollar en los próximos años. Las ventajas que aportan los drones, en términos de eficiencia y costes, dejan completamente obsoletos a los sistemas tradicionales.
En España contamos con un buen número de compañías con años de experiencia en aeronaves no tripuladas y con presencia en el mercado global como UAV Navigation cuyos sensores son usados en la Red Bull Air Race o el caso de la compañía madrileña Alpha Unmanned Systems, la única en el mundo en superar la certificación civil de un helicóptero no tripulado en Israel, uno de los mercados más exigentes del mundo en todo lo referente a los drones. Junto a estas, hay cientos de nuevas empresas con jóvenes talentos y grandes ideas preparados para desarrollar sus proyectos y aprovechar todas las oportunidades que van a surgir en los próximos años.
Para que este desarrollo sea exitoso, es imprescindible dotar de una formación específica y de alto nivel para cubrir la demanda de profesionales que se va a generar en este ecosistema de empresas. Un personal cualificado marcará la diferencia entre el éxito o el fracaso de un proyecto. En Estados Unidos hay un gran abanico de estudios universitarios sobre drones. Sin embargo, en Europa, aunque todavía son pocas las universidades que cuentan con los medios materiales y humanos para llevar a cabo esa formación, ya comienzan a surgir las primeras titulaciones universitarias necesarias para surtir a un mercado ávido de profesionales cualificados.
Un nuevo tiempo de oportunidades
En este sentido, U-tad, Centro Universitario de Tecnología y Arte Digital, acaba de iniciar la primera edición del programa de posgrado Experto en Pilotaje de Drones Profesionales. Este se imparte de forma conjunta con Aerofan (Centro de Formación Aeronáutico). Los alumnos de este curso están recibiendo ya una formación teórica presencial de cuatro meses que se extenderá con otros dos meses de prácticas en Aerofan. Entre las novedades de este programa con respecto a otros es que en este caso, los alumnos están recibiendo formación en el pilotaje de todas las plataformas de aeronaves disponibles en el mercado: ala fija (aviones), ala rotativa (helicópteros) y multicópteros.
Todas las previsiones indican que este es el inicio de una industria que está generando grandes beneficios. Comienza una época de oportunidades en un sector creativo y tecnológico. Comienza la revolución de los drones.