
La pérdida desconocida, que refleja la diferencia entre los ingresos previstos según el inventario y los ingresos reales obtenidos, alcanzó los 123.390 millones de dólares entre 2014 y 2015. El último Barómetro mundial del hurto en la distribución, de donde se extrae este dato, refleja un empeoramiento en el caso español frente a la reducción generalizada que se ha experimentado en Europa. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Consumo
En el mercado europeo, esta merma superó el 1,05% de los ingresos totales en el comercio minorista, mientras que en España se situó en el 1,33%, el tercer peor dato del continente. Cifras preocupantes que ocasionan graves perjuicios.
El origen se extiende a tres posibles causas: hurto externo -ajenos a la empresa-, hurto interno -empleados- y errores de gestión, los derivados de fallos de carácter administrativo. Según el informe La pérdida en la gran distribución en España 2015, elaborado por la AECOC y EY, el hurto externo es responsable de la mayor parte de las pérdidas, en concreto, supone el 64% del total. Por su parte, el hurto interno llega al 21%, mientras que en el caso de los errores administrativos es del 15%.
¿Dónde se producen?
El primer paso para eliminar las pérdidas desconocidas en el negocio es saber con exactitud dónde se producen. La aplicación de nuevas tecnologías a las tareas de control puede resultar clave para lograrlo.
Uno de los métodos más efectivos es la recogida y la analítica del máximo volumen de datos generados por el negocio para detectar dónde se producen estas mermas. Las técnicas del big data nos permiten estudiar transacciones realizadas en el punto de venta y detectar patrones de comportamiento en tienda y almacén para prevenir las pérdidas de efectivo o de producto. Otra de las soluciones propuestas es llevar a cabo una gestión inteligente del inventario. Gracias a la integración entre los diversos sistemas de la empresa -TPV y cajas de cobro, escáneres en los almacenes y durante el transporte?- y al cruce de datos podemos mantener nuestras existencias siempre bajo control.
Como vemos, la tecnología se está convirtiendo en un instrumento definitivo a la hora de limitar el alcance de la pérdida desconocida. En último término, estas herramientas pueden ayudar a su completa eliminación a lo largo de todo el proceso de producción y comercialización. Reducir la pérdida desconocida en el sector minorista es posible con buenas prácticas y los análisis adecuados.
Iago Oro, director de Retail & Customer Centric de Prodware