
Durante el mes de enero, las grandes heladas y las olas de frío han colmado la mayor parte de la Península Ibérica y tres cuartas partes del país, por lo que no han dejado indiferente a ningún español. Pero, ¿qué ocurre cuando estas nevadas cogen de imprevisto en mitad de la carretera y es necesario continuar la ruta?
Conducir sobre una superficie poco adherente requiere una mayor atención, además de saber adaptar el manejo del volante a las condiciones que presente el pavimento. Ya sea sobre agua, barro, nieve o hielo; los coches cambian su comportamiento provocando reacciones diferentes a las tomadas sobre asfalto. Saber cómo actuar es fundamental para prevenir accidentes.
La niebla es uno de los grandes incordios que puede aparecer en la carretera cuando las temperaturas descienden. Por tanto, es necesario que el vehículo se haga visible encendiendo las luces de cruce y las antiniebla si llega a ser necesario. Con ello se verá mejor y además sirven para avisar de su presencia al resto de conductores.
El freno es muy importante y hay que evitar los frenazos bruscos que provocarían la salida del vehículo de su trayectoria. Frene suavemente y prevea los movimientos con mucha más antelación de cómo se realizaría en condiciones normales. Para ello, una ayuda es el freno motor.
Si existe un auténtico peligro para los vehículos en el asfalto son las placas de hielo ya que la reacción del coche sobre ellas es totalmente impredecible. Sobrepáselas a una velocidad constante y sin tocar el freno, realizando el menor movimiento de volante posible. Su gran aliado es el cambio de marchas. Si las ruedas del coche patinan al arrancar, hay que intentar hacerlo con la segunda marcha puesta y circular con una marcha más larga de lo normal, logrando así que el coche tienda a patinar menos y consiguiendo mayor agarre a la superficie.
Sea previsor: tenga preparado un juego de cadenas en el maletero de su coche y aunque son difíciles de montar y poco útiles si la nieve no ha cuajado lo suficiente, ayudan a salir del apuro.
Neumáticos de invierno
Equípese con neumáticos de invierno. Para distinguirlos, son aquellos que vienen con un copo de nieve pintado. Tenga en cuenta que por debajo de los 7ºC, el compuesto de los neumáticos de verano se endurece y, por tanto, la distancia de frenado se duplica y el agarre no es tan efectivo. También es importante la profundidad del dibujo, que en el caso de zonas con nieve no debe ser inferior a los 4 mm.
No se aconseja activar el líquido del limpiaparabrisas, ya que a temperaturas bajo cero se puede congelar en el acto, por tanto, perdería visibilidad. Si ocurre, utilice una rasqueta para retirar la nieve.
No baje la guardia cuando llegue la hora de buscar aparcamiento, ya que se debe tener cuidado con la congelación de las pastillas de freno si aparca en zonas de heladas o con bajas temperaturas. Además, el peso de la nieve puede llegar a romper los ejes de los limpias.
Cursos para prevenir accidentes
Muchas empresas realizan cursos o eventos prácticos en circuitos reales para prevenir accidentes o situaciones fáciles de controlar pero que por desconocimiento pueden terminar incluso en un accidente grave. En la escuela Race de conducción, desde hace 32 años, se forman a conductores, particulares y profesionales, para prevenir accidentes gracias a su centro de formación vial, donde se pueden mejorar las técnicas al volante. Están dirigidos a aquellos que conducen habitualmente por terrenos deslizantes -tierra, nieve, barro y nieve-.
Y por último, y más importante, en condiciones meteorológicas adversas no se conduzca con prisa.