
La agricultura de precisión ha revolucionado la forma de producir alimentos. Primero fueron los tractores y aperos y, ahora, esta revolución tecnológica ha llegado también a los cultivos. En un primer momento fueron los drones los que lideraron los primeros avances para utilizar sus imágenes para ver el estado de los cultivos y abonar de forma óptima y precisa entre otras aplicaciones. Ahora, son las imágenes de los satélites, cada vez más frecuentes, precisas y a un coste cada vez más accesible, las que imponen su ley y han abierto un abanico de aplicaciones. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro
El último hito fue el lanzamiento el pasado 7 de marzo del satélite Sentinel 2B, en el que han participado cinco empresas españolas que nos permitirá cada cinco días, gracias a sus cámaras, renovar las imágenes del planeta con una resolución de hasta diez metros. "La incorporación de este satélite nos va permitir tener imágenes de la tierra en un tiempo de entre tres y cinco días como máximo ofreciéndonos muchos datos de utilidad para los agricultores y sus cultivos", comenta Santiago Cerdá, responsable de Digital Farming de Bayer.
Esta empresa, precisamente, ha presentado recientemente las tres ultimas herramientas digitales que han desarrollado para su portal Bayer Agro Servicios y que pronto estarán a disposición de todos los agricultores. Se trata de Zoner, Expert y Weedscout.
Zoner, el nuevo sistema de teledetección de Bayer para analizar los campos a través de imágenes satélite permite crear mapas de diferentes índices de vegetación para analizar con exactitud la variabilidad de la actividad fotosintética, de la superficie foliar o del potencial productivo. Gracias a estos mapas se pueden identificar problemas en el campo y emplear los recursos con precisión, sólo donde sea necesario. "Zoner utiliza las últimas imágenes satélite con alta resolución y una frecuencia temporal de máximo 5 días combinada con imágenes históricas". La herramienta permite la creación sencilla y rápida de mapas de prescripción para la aplicación de productos fitosanitarios, de semillas, riego o fertilizantes. Así, el agricultor, con los datos disponibles, puede decidir por ejemplo, dónde abonar y qué cantidad aplicar, e incluso si no merece la pena hacerlo, ahorrando en recursos y protegiendo el medio ambiente", explica Cerdá. Los mapas de prescripción son exportables en formato Shapefile o RX y se pueden cargar en los tractores para que estos realicen automáticamente la tarea encargada en el sitio adecuado en conexión con sus equipos.
Expert es la herramienta de Bayer para optimizar el uso de los fungicidas que incluye modelos predictivos para las enfermedades en los cultivos de trigo, cebada, remolacha y patata. Los modelos incluyen un sistema de alertas que nos permite ir un paso por delante para asegurar con medidas tempranas el rendimiento de los cultivos. "Trazas tu campo e indicas el cultivo y una vez localizado, gracias la información de las imágenes satélite y los modelos climáticos, Expert a medida que avanza el cultivo, te lanza alertas ante posibles enfermedades". Lo indican con banderas de diferentes colores -roja, amarilla y verde- según el riesgo, y solo pinchando en ellas te informa de si estas en riesgo y qué producto hay que aplicar, si no lo estás porque estás protegido, o si es probable que, en breve, tu cultivo esté en peligro.
El maíz, uno de los cultivos más digitalizados
El servicio agronómico de Pioneer incorpora, desde la campaña pasada, una nueva herramienta de seguimiento del cultivo del maíz vía satélite destinada a mejorar la rentabilidad de este. Los más de 60 técnicos de la compañía utilizan la fuente de información de la aplicación de la empresa albaceteña AgriSat para orientar la inspección de una parcela y para estimar necesidades hídricas del cultivo. Las imágenes del satélite se procesan como mapas de colores georrefereciados, sobre los que el técnico puede geoposicionarse con su dispositivo móvil. "Es como tener una malla de sensores que miden la cantidad de vegetación distribuidos de forma continua en un campo, pixel a pixel, dando cobertura a toda la finca", explica Francisco Morell, del departamento agronómico de Pioneer.

Un agricultor utilizando la aplicación de AgriSat en su móvil
Gracias a esta información del satélite, los técnicos no tienen que recorrer toda la parcela para inspeccionarla, sino que van directamente a comprobar dónde han localizado una incidencia por mal funcionamiento del riego, una enfermedad u otra causa. "Gracias a los diferentes colores, detectas si ha habido problema con el pívot o si el cultivo tiene algúna necesidad y lo solucionas", comenta Mercedes García, del Servicio Agronómico de Pioneer de zona Albacete-Levante.
Medición de la evapotranspiración
Las imágenes de satélite pueden solaparse con otras fuentes de información especializada como mapas de suelo, imágenes de alta resolución (Google Earth®), cartas de riego, o mapas de rendimiento para explicar mejor la variabilidad de rendimientos en una parcela, y definir estrategias de riego o de manejo. Por ejemplo, esta herramienta de AgriSat incorpora una capa más de información, la capa de estimaciones de evapotranspiración de referencia prevista en cada zona. Con ella, por un lado, podemos estimar el coeficiente de transpiración de un cultivo en un momento y una parcela dada -a partir de los valores del Índice de Vegetación de las imágenes más recientes del satélite- y por otro, la evapotranspiración prevista en la zona en cuestión. "La combinación de datos nos permite obtener una estimación de la previsión de demanda hídrica que tendrá esa superficie, y asesorar en un manejo de riego más eficaz y eficiente con el correspondiente ahorro", señala Francisco Morell. Los consejos de riego son uno de los ejemplos prácticos más claros del uso de las imágenes satélite, pero también estas nos indican el momento óptimo de cosecha.
Monsanto también, desde 2016, ha puesto en marcha su propia herramienta denominada Aquatek para monitorear el cultivo del maíz a partir de imágenes de satélite, datos meteorológicos de la zona e información del suelo. Esta herramienta se estructura en tres bloques que se actualizan de forma diaria como son un mapa de uso de agua, un mapa de salud del cultivo y el bloque de consejos de riego.
Aquatek calcula para cada uno de los pixeles de 6x6 metros cuadrados, cuál es el consumo de agua del cultivo. Con esta información elabora un mapa de uso de agua que nos permite identificar las zonas con más (amarillas) o con menos consumo de agua (rojas). De esta manera somos capaces de observar fácilmente la heterogeneidad de nuestro cultivo y sabemos identificar las zonas donde podemos tomar determinadas decisiones. "Esta herramientageo posicionada lo que nos permite es situarnos dentro del mapa para identificar las diferentes áreas y saber por qué nuestro cultivo consume más o menos agua -compactación, tipo de suelo, número de plantas, etc.-", nos explica Anna Pedrós, técnico de desarrollo de Aquatek para la Zona Noroeste en DEKALB.
Después, Aquatek tiene en cuenta la previsión meteorológica de los próximos siete días y hace una previsión de consumo de agua del cultivo facilitando la planificación de riego semanal. "Te indica cuántos días aguantará tu cultivo antes de llegar a estrés si no aplicas riego o no llueve. Así como cuál es el máximo que puedes aplicar de agua para no provocar escorrentías o encharcamientos", señala Pedrós. Para Óscar García Barrera de Valdunciel (Salamanca) con 230 hectáreas de regadío de maíz y patata es una herramienta muy útil: "A pesar de recorrer ampliamente la finca hay zonas que no ves, pero ahora gracias a esta herramienta y las imágenes que te proporciona, de un vistazo ves absolutamente todo y sabes dónde debes aplicar más agua o dónde hay que recortar", explica.
Otra aplicación de Aquatek es el mapa de salud del cultivo. El sistema analiza la evolución de cada uno de los píxeles a lo largo del tiempo y los compara con los píxeles que tiene alrededor. Si la evolución es igual, el píxel se mantiene de color verde, pero cuando el valor es significativamente diferente, marca el píxel de color blanco, gris o negro, señalando zonas con algún tipo de problema y dónde deberíamos identificar qué ocurre. "En la época de nascencia es especialmente útil porque gracias a los colores identificas si todo va bien o hay algún problema a corregir", comenta García.
Los avances no se detienen ahí; Monsanto quiere que los datos de las imágenes por satélite se puedan cargar a los pívots y con solo apretar un botón por parte del agricultor automáticamente ejecuten el programa de riego. "También trabajamos para que esta tecnología se pueda aplicar a otros cultivos a parte del maíz y para que los consejos de riego sean aún más precisos y se den por sectores más que por parcelas", avanza Anna Pedrós.