Agro

Los diez cultivos de moda en el campo español

  • Almendra, azafrán y pistacho son los más codiciados por su alto precio
La colza es uno de los cultivos que está impulsando la PAC.

La colza empezó como un cultivo alternativo con un enfoque eminentemente de secano, pero una de las razones de su desarrollo estos tres últimos años ha sido el éxito de su rentabilidad en regadío. Es especialmente en esos regadíos, que por diversos motivos presentan unos altos costes de utilización, donde la colza expresa un óptimo rendimiento y una gran rentabilidad frente a otros cultivos más exigentes. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Agro

Es en estas parcelas en las que, con un riego de nascencia, te garantizas prácticamente la implantación temprana del cultivo, la clave para la posterior consecución de un buen rendimiento. "Una parcela de regadío, correctamente implantada en época y forma, con dos o tres riegos, a poco que venga derecho el año, podemos hablar de una producción que puede oscilar entre los 3.500 y 5.500 Kg /Ha", cuenta Fernando Garrachón, de Marketing de Cultivos de Euralis Semillas, una de las empresa pioneras en la introducción de la colza en España.

Avance genético

Otro de los secretos de su expansión es el gran avance genético que se ha producido en esta oleaginosa, sobretodo con el desarrollo de los híbridos. La colza era un cultivo muy sensible al frío -antes del estado de roseta- y a la dehiscencia -apertura de silicuas o vainas-, pero gracias a la mejora genética y la llegada de híbridos tolerantes se han reducido estos condicionantes, facilitando significativamente el manejo del cultivo.

Estos dos factores más su interesante precio han disparado su demanda. "Los precios de la colza en los últimos 10 años se han mantenido siempre por encima de los 300 euros tonelada y en los últimos cinco; incluso se ha superado ampliamente esa cifra", nos explica José Luis Sainz, coordinador Comercial Norte de Euralis Semillas.

Es una de las alternativas más rentables al cereal. El año pasado se sembraron en España unas 43.000 hectáreas y este año la obligatoriedad de hacer rotación de cultivos de la PAC hace prever que se sobrepasen las 60.000 hectáreas.

El tridente del "Greening"

Como en el caso de la colza, la rotación a la que obliga la Unión Europea para ciertas extensiones y las ayudas para fomentar los cultivos proteicos ha impulsado la producción de guisantes, vezas y yeros. "No va a haber crecimientos espectaculares, pero sí hay ya buenas expectativas de crecimiento que se van a consolidar con el tiempo. Aunque cada vez se destina mayor presupuesto y esfuerzos a desarrollar variedades adaptadas, todavía se está lejos del desarrollo tecnológico que se ha alcanzado en el cereal. "En el campo de la leguminosas todavía nos queda camino por conseguir, variedades más adaptadas y mejores herbicidas", señala Óscar Lanzaco, presidente de proteaginosas, forrajeras y hortícolas de Aprose. El cereal sigue garantizando la cosecha al agricultor y las leguminosas están supeditadas a variantes agroclimáticas como las lluvias en la época de floración, la sequía o los golpes de calor que en un momento pueden acabar con el 50% de la cosecha.

Pese a estos frenos, en España el año pasado se sembraron 4.700 hectáreas de altramuces, 38.500 de garbanzos, 136.900 de guisantes, 95.900 hectáreas de vezas y 99.628 hectáreas de yeros. "No se van a duplicar estas cantidades, pero sí se espera que las rotaciones exigidas y las ayudas específicas a los cultivos proteicos supongan un importante crecimiento de entre un 10 y un 15%", augura el responsable de proteaginosas, forrajeras y hortícolas de Aprose.

Los más codiciados

Por su precio de venta son tres los productos más envidiados: la almendra, el azafrán y el pistacho, según el técnico de Asaja Gregorio Juárez. El sector de la almendra vive uno de sus mejores momentos. Los precios están en unos niveles muy altos. Un kilo de pepita cotiza ahora a 9 euros, mientras que hace un año estaba a 7 euros y en 2013 a 3 euros. El descenso de la producción de un 5% por la sequía que ha afectado a EE.UU, primer productor mundial, y las necesidades de consumo de almendra tanto para repostería, como el furor por la leche de almendra, han disparado el precio. "Sólo en Corea del Sur, sus 50 millones de habitantes consumen 900 gramos por habitante", explica Ignacio Valcárcel, vicepresidente de Mañon Sociedad Cooperativa.

En España se plantan unas 540.000 hectáreas de almendro en 21 provincias españolas, tradicionalmente del arco mediterráneo, aunque ahora, gracias a que se han sacado nuevas variedades que soportan mejor el frío, su cultivo se está extendiendo espoleado por esta nueva posibilidad y por el precio. Un ejemplo de ello son Comunidades como Andalucía o Castilla-La Mancha, donde se está poniendo como alternativa al viñedo. "La demanda es tal que los viveros están desbordados, porque no tienen suficiente planta para satisfacer las necesidades actuales", comenta Valcárcel.

El azafrán es otro de los cultivos que se está recuperando. Muy tradicional y concentrado en la Comunidad de Castilla-La Mancha, donde se produce el 97%, gran parte de este sector se perdió durante el boom de la construcción, según explica Blanca Corroto, presidenta de Asaja Toledo.

La asociación de productores de Azafrán de Villafranca intenta revalorizarlo y devolverle al sitio que le corresponde. "El problema es que la recuperación es lenta. Hacen falta bulbos y se necesitan que pasen entre 3 y 4 años en la tierra. Dependiendo de la calidad, estos bulbos pueden valer entre 6 ó 7 euros", comenta Santiago Alberca, presidente de la asociación.

Impulso por la gastronomía

En España se producen unos 1.500 kilos de Azafrán; de ellos, unos 1.300 en Castilla-La Mancha. Un kilo de azafrán con Denominación de Origen La Mancha se paga a 2.500 euros. El problema es que a pesar de su excelente precio se necesita mucha mano de obra para recogerlo en un tiempo limitado y se hace de forma manual. Este cultivo crece de nuevo por la demanda de la nueva gastronomía y su aportación a guisos y postres. Los productores concientes de su tesoro se esfuerzan ahora en mejorar su comercialización creando secciones específicas para ello.

El pistacho es otro de los cultivos con mayor crecimiento anual de hectáreas de nuestro país. El año pasado se plantaron unas 3.000 hectáreas en España -el 80% en Castilla-La Mancha- y para la próxima campaña se prevé que la cifra aumente a 5.000. Hay varias razones para esta expansión, pero una es que el agricultor ha perdido miedo a lo nuevo. "Muchas de las plantaciones que se hicieron por los pioneros hace años están en plena producción, y el agricultor, principalmente de mentalidad conservadora, ve que se desarrolla bien, se obtiene una buena producción y el precio va en aumento, arrastrando así a los que lo veían con incertidumbre", comenta José Francisco Couceiro López, coordinador de cultivos leñosos del centro de Investigación Agroambiental del Chaparrillo.

El precio medio ronda los seis euros, pero en Italia se paga por el kilo a granel unos 9 euros porque gran parte de la producción se destina al helado. Las expectativas para este cultivo son cada vez mayores, porque hay muy pocos países que lo producen y la demanda cada vez es mayor, ya que el poder adquisitivo de la población va en aumento. "La demanda de pistacho a pesar de las nuevas hectáreas está lejos de ser satisfecha. El precio va en aumento y es más estable que el de otros cultivos también en auge como la almendra", apunta Couceiro.

Frutos rojos

Dentro del potente sector de las frutas y hortalizas de nuestro país, primer exportador del mundo con 15.673 millones de euros, avanzan los frutos rojos, especialmente los arándanos, frambuesas o moras, que van ganando terreno a la fresa. Sus propiedades antioxidantes para combatir el envejecimiento han disparado la demanda de los consumidores a golpe de recomendaciones de blogueros.

Los últimos datos apuntan a que las ventas de estos frutos en mercados extranjeros entre diciembre y abril de este año crecieron un 16% en comparación con el período anterior, superando en valor los 336 millones de euros.

Olivar y viñedo

A pesar del avance de cultivos alternativos como el almendro, la superficie de olivar mantiene su fortaleza y el pasado año registró un crecimiento del 0,45%, según la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos (Esyrce,) gracias a su paulatina introducción en comunidades del norte peninsular como Castilla y León o La Rioja. Nuestro país es el principal productor mundial de aceite y lidera el primer puesto en número de hectáreas, con 2,6 millones.

El viñedo también sigue siendo una de las principales apuestas por parte de nuestros agricultores. En España, primer país productor del mundo, con una superficie plantada que supera el millón de hectáreas, la pujanza de algunas denominaciones de origen como Rueda está poblando el paisaje rural de vides y bodegas. La evolución de este cultivo va a depender del nuevo sistema de autorizaciones que entrará en vigor el 1 de enero del próximo año. Este sistema sustituirá al actual de derechos y permitirá que se incremente la superficie un máximo de un 1% cada año. Algunas denominaciones, como Rioja, en previsión de un gran crecimiento -en 2014 se incorporaron 400 hectáreas-, han reducido este margen hasta un 0,6% sobre las 64.526 hectáreas actuales, aunque podrá elevarse este porcentaje si las ventas aumentan.

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