
El presidente del Grupo EBX está de capa caída. Mientras el año pasado era considerado el séptimo hombre más rico del mundo, con un patrimonio valorado en 30.000 millones de dólares, y el más rico de Brasil, asiste aturdido al tambaleo de su imperio. Sus negocios le han jugado una mala pasada, su riqueza ha caído un 65% durante el último año, hasta los 10.600 millones, y su lugar lo ha ocupado el banquero Jorge Paulo Lemann. Por si fuera poco, ocupa el último lugar en el 'Top 100' del ránking mundial de las personas más ricas de Forbes.
El mareante imperio de Eike Batista, que abarca diversos sectores como el petróleo, el gas o la energía, entre otros, asiste a su propio desplome, según The Wall Street Journal.
El valor de los activos del empresario brasileño se ha hundido, socavando la estrategia establecida en marzo de recaudar capital mediante la venta de participaciones en sus empresas a nuevos socios para asegurar la viabilidad de sus negocios, cuyas operaciones requieren mucho capital.
El buque insignia de su grupo, OGX LLC (petróleo y gas), está de liquidación. El bono que vence en 2018 se negociaba el al peligroso nivel de 30 centavos por dólar. Eso se compara con 88 centavos el 6 de marzo.
"El precio ya indica que los inversores están viendo una empresa en un escenario de liquidación", apuntó Marco Aurelio Guerra de Sa, jefe de negociaciones en América Latina de Crédit Agricole Securities en Miami.
Movimientos desafortunados
Sus últimos movimientos han sido bastante desafortunados. OGX LLC, la compañía más grande de Batista, perdió el 25% de su valor después de rebajar sus metas de producción en sus dos primeros pozos petroleros en un 75%. La caída arrastró a las empresas de minería, logística y construcción de buques de Batista por el temor de que las firmas (que dependen de OGX LLC) también reduzcan sus objetivos. ?La palabra clave aquí es confianza.
Confianza que ha ido perdiendo. En mayo, el empresario vendió en torno a 60 millones de dólares de acciones de su empresa petrolera insignia a un precio ultra bajo de entre 1,57 reales y 1,85 reales (0,70 dólares y 0,83 dólares) por acción. Las ventas emitieron el mensaje que al empresario le urge el efectivo, a pesar de que dijo después que era un ajuste mínimo y que no planeaba vender más acciones en la empresa. Pese a sus declaraciones, su credibilidad ha quedado minada, afirman los inversionistas.
Aumentan las preocupaciones
Las ventas de Batista no son la única preocupación. Incluso tras la reciente caída en los precios de los activos, muchos inversores señalan que no considerarían invertir en OGX ni en ninguna otra de las empresas del magnate.
"La empresa [OGX LLC] podría quedarse sin efectivo en 2014", apuntó Jack Deino, que ayuda a gestionar 2.700 millones de dólares en activos de mercados emergentes en Invesco Ltd. en Nueva York. Deino vendió sus bonos de OGX LLC a mediados de 2012, señaló.
A ello hay que sumar la más que probable necesidad de Batista de negociar la deuda con sus tenedores de bonos y otros acreedores.
El Gobierno de Dilma Rousseff es su esperanza. Bajo la teoría de "es demasiado grande para caer" y debido a que la administración brasileña posee participaciones en algunas de sus compañías, la intervención del Estado no sería nada descabellado, aunque si una medida impopular para una presidenta que está lidiando con una serie de protestas masivas impulsadas en parte por el descontento sobre un presunto capitalismo rampante.
En caída libre...
Sus empresas no han cumplido sus objetivos y las consecuencias pueden ser fatales. En el horizonte se sitúa como una de las posibles primeras víctimas de la estampida de los inversores de activos de mercados emergentes a medida que EE.UU. se prepara para reducir su programa de estímulo y grandes países en desarrollo como Brasil registran tasas de crecimiento más bajas. Además, las acciones y las monedas de la región están cayendo, lo que dificulta los esfuerzos de Batista para recuperar la confianza.
"No le echaría toda la culpa a Eike", expresó Ed Kuczma, que ayuda a gestionar 350 millones de dóalres en acciones de mercados emergentes en Van Eck. "La economía global tuvo un obstáculo fuerte y empinado?y las personas tienen supuestos más realistas, y se han vuelto más cuidadosas".