
Las pequeñas y medianas empresas sostienen el peso de nuestra economía y, mientras, cada día más emprendedores se suben al carro de crear su propio negocio. No obstante todavía sigue existiendo un abismo entre las ganas de muchos nuevos empresarios y la verdadera capacidad de gestión de éstos. Más noticias en la revista gratuita elEconomista Gestión y Desarrollo Exterior
Así lo explica Javier Fuentes Merido, consejero delegado del Grupo Venta Proactiva, la multinacional especializada en ventas externas, gestión comercial y de personas, y profesor de marketing durante 12 años de la Universidad Autónoma de Madrid. "En España se ayuda mucho a emprender pero poco a la capacidad de crecimiento". Un handicap que, según Merino, se puede solucionar potenciando la didáctica.
Una forma de hacerlo es acercar la gestión de las empresas a los emprendedores mediante la comparación de esta actividad con un objeto común a todos los públicos: el automóvil, ya que, según Merino "hay una gran similitud entre la trayectoria de una compañía por el mundo empresarial y un vehículo que se propone realizar un viaje".
Todas las divisiones
De esta forma, desde Grupo Venta Proactiva defienden que para alcanzar el éxito empresarial hay que tener en cuenta todas las divisiones. Así aseguran que el departamento comercial -un poco olvidado en los últimos años, según Merino- se asemeja a los neumáticos, un hecho que lo posiciona en la parte más importante, pues con este símil, sería el encargado de mover la compañía.
Por su parte, el director general es el volante de la empresa, mientras que el motor y la carrocería son el departamento de producción y de comunicación, respectivamente. Mientras tanto, la comparativa aúna la carretera con el entorno de la compañía, los demás coches con su competencia y el destino con los objetivos. Además, Merino explica que "el interior del vehículo sería el área de Recursos Humanos".
Por último, en palabras de Merino "las pymes son los turismos y los automóviles de lujo las grandes multinacionales", es decir, "el depósito de combustible es distinto, ya que una pequeña o mediana empresa no tiene el mismo peldaño financiero que una multinacional". De este modo, Merino explica que muchos emprendedores fracasan porque "quieren ir a la velocidad a la que va una gran empresa y no tienen el vehículo adecuado para ello". Por eso recomienda a las pymes "visualizar cuáles son los departamentos y aspectos más críticos para su negocio y después esforzarse por cuidar el resto". Así se pretende que las pequeñas y medianas compañías estén lo suficientemente capacitadas y preparadas para llevar a cabo sus proyectos sin perecer en el intento.