
El escenario económico comienza a dejar atrás la parte más hostil de la crisis, al menos en lo que al panorama empresarial se refiere. Las compañías ya hablan de cambio de tendencia, un giro que ya se deja notar en indicadores como acceso al crédito, facturación o morosidad, tal y como se refleja en el 'VI Diagnóstico financiero de la empresa española', elaborado por Cepyme y Eada. Esta es la principal conclusión a la que llega el informe, que constata la evolución hacia una mejoría, tanto en los parámetros cualitativos como en los cuantitativos.
Así, por primera vez desde 2010, las empresas experimentaron un ligero aumento de las ventas en 2014, en torno al 0,3%, y sólo un 32% de éstas han visto disminuir su facturación, frente al 50% registrado el año anterior.
En cuanto a la rentabilidad de las compañías con asalariados, esta ha alcanzado el 6,1% -que, aunque lejos del 9% de 2010, está por encima de los tres últimos años-. En este sentido, el control y reducción de los gastos generales -medida adoptada por el 68% de los encuestados-, y la concentración y optimización de los esfuerzos comerciales -en el 61% de las compañías-, han sido las dos medidas clave escogidas para mejorar la facturación. Por otro lado, un 39% ha optado por la reducción de costes de personal. Un dato que, sin embargo, puede ser considerado como positivo, si se mira al 62% obtenido en 2013.
Falta de financiación
Sin embargo, parece que el tejido empresarial español no logra desprenderse del que tradicionalmente ha sido su gran problema: la falta de financiación. En este sentido, durante 2014, todavía un 34% de las empresas continuaba teniendo restricciones en la obtención de créditos, aunque este dato es más positivo que el 41% experimentado el año anterior.
Unos resultados que van de la mano del elevado número de compañías (un 66% exactamente) que han visto cómo aumentaban las comisiones bancarias. A pesar de esto, los bajos tipos de interés de los mercados también se han dejado notar, y sólo un 35% de las empresas han visto cómo estos aumentaban -frente al 73% de 2012 o el 58% de 2013-.
La liquidez es otro de los puntos que más preocupan a las compañías, de la cual depende el pago a proveedores y la puesta en marcha de proyectos de expansión o internacionalización. De este modo, y según el estudio, el comportamiento de la liquidez experimenta también una clara mejora. De este modo, los plazos de cobro a clientes han descendido, hasta situarse en los 71 días de media. Por la parte de la morosidad, sigue la tendencia descendente iniciada hace tres años, y sólo un 29% de las compañías han visto empeorar el porcentaje de impagados.
Buenas perspectivas
Ante este panorama de crecimiento y mejoría, las empresas no pueden sino mostrar una actitud esperanzadora ante los meses que le quedan a este año 2015.
De este modo, el 85% de las empresas afrontan este ejercicio económico con mejores perspectivas económicas respecto al año anterior. En relación a sus presupuestos para este año, tan solo un 6% considera que su cifra de facturación será menor a la del año anterior.
En este sentido, sólo un 22% prevé recortar en personal, el 73% se centrará en procesos comerciales y el 52 por ciento mejorará sus productos, servicios o líneas de negocio.