
Una empresa multiservicios estructurada en tres divisiones. Así podría definirse Garpony, una compañía de suministros, fundamentalmente dirigida a profesionales, en los sectores de automoción, servicios, salud y bienestar.
Bajo el lema de No decir nunca que no como asegura Alexander Ponce, dueño y fundador de la compañía, ofrecen distintos tipos de productos, vendiendo todo aquello que se consume de forma habitual, incluso aquellos productos que no están en su catálogo y, que se encargan de conseguir a través de otros medios.
Ampliar constantemente los productos que ofrecen a sus consumidores es una de sus prioridades. De esta forma, dentro de cada sector se plantean cuáles son todos los productos que pueden ofrecer a los clientes, especialmente en la división de salud y bienestar. Otra de las ventajas es que los clientes pueden obtener todos los productos a la vez, lo que supone un ahorro de tiempo y dinero gracias a la movilidad que aporta el intercambio de artículos entre divisiones.
Comprobación del producto
Otra de las características que diferencian a Garpony es su demostración del producto "lo que no se ve no se compra". No obstante, Ponce reconoce que "lo más difícil es abrir el pedido". Por eso dan mucha importancia a las promociones: vendiendo productos outlet, bajando los precios y ofreciendo obsequios con los artículos que venden. Lo positivo, según Ponce es que "en la mayoría de las ocasiones los pedidos se van aumentando porque se encadenan unos productos con otros".
Para 2015 prevén una facturación cercana a los 120.000 euros y la incorporación de dos personas más a la empresa.
Para ser competitivos y mantener sus bajos precios frente a otras empresas de los mismos sectores, no venden por unidades en la mayoría de los casos, si no que lo hacen en cantidades industriales. Una fórmula que les permite llevar adelante este modelo de negocio.