
La estabilidad vuelve a marcar la actividad emprendedora en nuestro país. Pero dentro de los niveles casi inalterados que se han registrado desde 2011, lo cierto es que durante el pasado año, este indicador ha crecido del 5,2 al 5,47%. Este es el dato más importante que se desprende del Global Entrepreneurship Monitor. Informe GEM España 2014, publicado recientemente.
El estudio achaca este leve cambio al incremento de emprendedores nacientes o personas involucradas en la puesta en marcha de negocios que todavía no han pagado salarios por más de tres meses. A pesar de esto, este incremento del 0,27 en la actividad emprendedora todavía queda muy por debajo del 7% que se llegó a alcanzar en 2008, antes del comienzo de la crisis económica.
En cuanto al motivo por el que los emprendedores se lanzan a montar un negocio, el 66,05 de los casos corresponde a la oportunidad, mientras que en el 29,8% de las ocasiones impera la necesidad. Así, la falta de alternativas al empleo vuelve a dejar huella en la creación de empresas, que surgen en un panorama laboral todavía muy debilitado por la crisis. De hecho, y según recoge el GEM, desde 2010, la necesidad como motivo para emprender ha aumentado continuamente su peso relativo hasta casi duplicarse con respecto a 2009.
Otro de los parámetros medidos por el estudio es el perfil de los emprendores nacientes y nuevos, similar al de años anteriores. De este modo, la medida de edad de estas personas es de 40 años, de lo que se puede deducir que los españoles tienen cierta experiencia antes de gestionar su propio negocio.
Las nuevas compañías creadas son de pequeño tamaño, que prestan servicios a consumidores locales y que carecen de aspiraciones firmes para crecer. En este sentido, sólo dos de cada diez nuevos empresarios creen que podrán logra un mínimo de cinco empleados dentro de cinco años.
Poca internacionalización
Por sectores, siete de cada diez pertenecen a los servicios, cinco corresponden a auto-empleados y seis no tienen orientaciones innovadoras. Además, sólo tres de cada diez afirma tener previsto lanzarse al exterior durante, al menos, sus primeros tres o cuatro años de existencia.
Unos datos que prueban una ligera mejoría de los indicadores que expresan la salud del panorama emprendedor en nuestro país y que, quizá, son reflejo también de un cambio en la tendencia económica. Sin embargo, todavía queda mucho por hacer para eliminar al máximo las trabas que impiden, a veces, lanzarse a emprender.
32,4% es el porcentaje de iniciativas emprendedoras que exportan en algún grado. El dato es especialmente importante, ya que supone un avance del 5,2% con respecto a la cifra registrada en 2013, cuando la tasa de compañías recién creadas que se decidían a vender sus productos en el extranjero era del 27,2%. Este crecimiento muestra la voluntad de las empresas españolas de abrise a otros mercados.