Tras seis años de crisis, el ejercicio 2013 marcó el inicio de la recuperación empresarial en términos de rentabilidad financiera, que aumentó en todos los segmentos de pymes , divididos por tamaño empresarial -microempresas, hasta los nueve trabajadores; pequeña, de diez a 49, y mediana, de 50 a 250-, de forma generalizada. Más noticias en el suplemento gratuito elEconomista Gestión Empresarial
Así, la rentabilidad de las microempresas prácticamente se triplicó, pasando de un 0,46% en el año 2012 al 1,49% al cierre de 2013; las pequeñas aumentaron un 72% en el mismo período, pasando del 2,12 al 3,65 por cierto en 2013, y las medianas mejoraron un 25%, desde el 3,74 hasta el 4,69. Es una de las conclusiones a las que llega el Colegio de Registradores en su estudio Las pymes españolas con forma societaria 2008-2012 y avance 2013, sobre la base de los datos de las cuentas anuales presentadas en los Registros Mercantiles, para lo que se ha procesado la información de más de 450.000 sociedades.
En 2013 se rompe, por lo tanto, una deriva que desde 2007 había hecho caer la rentabilidad de los accionistas entre siete y nueve puntos porcentuales. Sólo en 2008, la rentabilidad financiera de las pymes ya había caído más de cuatro puntos en las microempresas, y más de seis entre las pequeñas y medianas. Posteriormente, la agudización de la crisis internacional en 2009, junto con la caída del consumo interno y la inversión en vivienda, la redujo en un punto y medio adicional. Desde entonces, las tendencias generales de la rentabilidad financiera fueron decrecientes hasta 2012.
Es igualmente significativo que en la rentabilidad de los activos se aprecia también este inicio de cambio de tendencia, repuntando con fuerza esta magnitud en todos los tamaños de empresas: las micro pasaron del 1,71 en 2012 al 2,1% en 2013; las pequeñas, del 2,87 al 3,61%; y las medianas, del 3,75 al 4,21%.
Empleo
Las pymes que sobreviven a la crisis mantienen, con pequeñas reducciones entre el segmento de las microempresas, las tasas de empleo. Los datos confirman además una de sus características estructurales: el mantenimiento e incluso incremento del empleo fijo durante la crisis, que compensa en gran parte la pérdida de empleo eventual. En cifras de ocupación, las micro pasaron de 3,43 trabajadores en 2008 a 3,35 en 2013 (-2,33%); las pequeñas pasaron de 18,5 a 18,48 (-0,11) y las medianas subieron de 81,47 a 85,86 (5,39%).

A esto se suma otro aspecto importante: la reducción del endeudamiento externo que durante el ciclo alcista llegó a representar dos tercios del balance de las pymes . En los últimos años, sin embargo, este ratio ha ido descendiendo de forma generalizada, y de forma más acusada en las microempresas, en las que en 2013 el endeudamiento externo bajó hasta el 50% de su balance.
Innovación y Desarrollo
La inversión en l+D+i se relaciona directamente con la dimensión empresarial, ya que en 2012, mientras que las grandes empresas con gastos en innovación y desarrollo en balance superaban el 15% de su segmento, en las medianas empresas ese porcentaje apenas alcanzaba el 13%, entre las pequeñas suponía 8,43% y en las micro se quedaba en el 3,03%.
En el estudio de Registradores se analizan además los factores que fomentan la innovación y el desarrollo: la pertenencia sectorial, por su intensidad tecnológica; el endeudamiento total, una señal de reputación ante el mercado para acceder a recursos ajenos y el nivel de los gastos medios de personal, que indica una mayor cualificación.
En sentido contrario, como elementos que disuaden la innovación y el desarrollo, figuran una mayor facturación y mayor eficiencia para conseguirla con su activo total, haciendo menos necesario dicho tipo de inversión de naturaleza más incierta; la cuantía existente de financiación bancaria, que actúa como mecanismo de disciplina de la inversión en intangibles, al no ser garantía real para los créditos; la localización y situación económica del entorno próximo; una liquidez escasa en el activo total, dadas las restricciones crediticias y la necesidad, y mayor coste de oportunidad, de esa liquidez.
En términos económicos, sin embargo, el análisis elaborado por el Colegio de Registradores señala cómo la crisis sigue motivando la progresiva separación de los gastos medios corrientes por trabajador entre los distintos segmentos de pymes (25.750 euros, 29.053 euros y 33.022 euros en micropymes, pequeñas y medianas empresas, respectivamente), lo que puede relacionarse directamente con la habitual vinculación que se produce entre menores retribuciones y una mayor permanencia del empleo medio, al menos el fijo, así como también con las mayores o menores retribuciones medias de los sectores de especialización de las empresas.