
La entrevista de trabajo es el penúltimo paso para demostrar a la empresa que se es la persona adecuada para el puesto que ofrecen. Es el momento en el que ambas partes entran en contacto directo, y el objetivo del candidato es demostrar todas sus virtudes y puntos fuertes, para lo que se prepara.
Uno de los momentos más delicados en el proceso es cuando toca hablar de las debilidades o los defectos propios. ¿Cuál es la mejor manera de tratarlo para que no sea perjudicial? Hay que tener en cuenta que cuando el reclutador hace esa pregunta no solo para hablar sobre ello, sino para ver como reacciona el candidato ante una situación incómoda.
Parecer nervioso o no saber qué responder puede suponer un revés para lograr el puesto. Para evitarlo, desde el portal de empleo Infojobs ofrecen una serie de consejos.
1. Preparar la entrevista
Hay que llegar a la entrevista sabiendo todo lo posible sobre la empresa, el puesto de trabajo al que se aspira, los requisitos que piden... Asimismo, hay que preparar también lo que se quiere destacar de uno mismo, las habilidades, las fortalezas... ¿qué imagen se quiere dar?
2. Decir siempre la verdad
Un reclutador se dará cuenta de si se miente en el currículum. El objetivo de una entrevista no es solo lograr ser contratado, también no ser despedido la primera semana, por lo que hay que decir la verdad sobre lo que se sabe hacer. Hay que mantener el autoestima alto, tener autoconfianza, pero siendo siempre honesto con uno mismo y con el entrevistador.
3. Analizar las debilidades
Para ir lo mejor preparado posible, hay que analizar previamente las verdaderas debilidades que se tienen. En caso de no tenerlas claras, siempre se puede consultar con alguien cercano.
4. No vincular los defectos al trabajo
Una vez que los defectos están identificados, si hay que hablar de ellos en la entrevista, hay que que citar los que menos tengan que ver con el puesto de trabajo, para que no perjudique directamente al proceso.
Respuestas como "soy demasiado perfeccionista" son poco creíbles y dan mala imagen ante el entrevistador. Es mejor destacar defectos que no tengan nada que ver con el puesto de trabajo que se quiere desempeñar. Si alguien quiere trabajar en comunicación, puede destacar que se le dan mal las finanzas o la programación, una respuesta honesta pero que no tiene porque afectar al desempeño del futuro empleo.
5. Debilidades mejoradas
Asimismo, puede ser útil explicar como se superaron debilidades pasadas. Algo que antes se daba mal, pero que se ha conseguido mejorar, y cómo. Así se demuestra capacidad de aprendizaje, adaptabilidad y superación.