Rubén González Rincón, de 47 años, profesional de la hostelería y María Jesús Herranz, de 43 años, técnica en empresas y actividades turísticas, han emprendido en un proyecto que aseguran es "único en Madrid": Restaulandia, un restaurante en el que los adultos tienen un reservado para disfrutar, mientras los más pequeños hacen todo tipo de actividades con cuatro monitores.
"Aquí no se 'aparca' a los niños o se les deja a cargo de un cuidador, ni se les deja solos en un sitio de juegos. Tenemos un equipo de animación de cuatro personas -una de ellas nuestra mascota 'Dino'- que están con ellos desde que entran hasta que se marchan. Comen en familia, y juegan con otros niños en su espacio, mientras los padres disfrutan de la sobremesa. Magia, talleres, juegos, bailes y todo por el precio del menú, sin pagar más", explica Rubén.
Actuaciones en directo, talleres, música y equipo de animación durante la comida, menús caseros con productos de temporada para los más pequeños, especiales para celíacos y niños alérgicos y buena gastronomía para los mayores, a precios de crisis, explican estos emprendedores, que no son nuevos en el tema de la restauración
Bar reservado
"No tenemos cuidadores, ni un lugar para guardar a los niños, sino un completo equipo de animación que está con los pequeños desde que llegan al restaurante, hasta que se marchan", resalta Chus. Entretanto, en Restaulandia hay una zona de bar reservada para que los mayores puedan estar tranquilos mientras los niños se divierten y disfrutan de las actividades sin preocuparse de sus acompañantes.
El restaurante abre los fines de semana en horario de comida y cena.
¿Y por qué optan por el emprendimiento para familias? "Cuando salimos a comer fuera de casa vemos que en prácticamente todos los restaurantes los niños están a disgusto porque, como niños que son, es difícil que estén quietos y sin moverse durante toda la comida y menos en la sobremesa, causando molestias a los comensales, lo que hace que nosotros estemos incómodos. De ahí surgió la idea de montar un restaurante para ellos, donde ellos sean los protagonistas, coman y puedan moverse y jugar", relatan.
La empresa nace en marzo del 2014 por inquietudes personales y como flujo de negocio y se han invertido alrededor de 100.000 euros. "Los objetivos para este año es darnos a conocer al mayor número de personas posible, para que en el 2015 seamos una alternativa a la hora de salir a comer en Madrid con niños y que puedan celebrar sus actividades siendo ellos los protagonistas", concluyen.
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