
Vuelven a encenderse las alarmas en el sector de las exportaciones españolas. Según los últimos datos publicados por Icex España Exportación e Inversiones, 2013 se ha convertido en annus horribilis para la internacionalización de las pymes españolas, 65.733 compañías dejaron de vender en el exterior. O lo que es lo mismo, un 43,5% sobre el volumen del total de las que operaron en el año, y un 17,4% sobre las 79.197 que iniciaron su actividad internacional. Un preocupante balance a cierre que coloca la media de los últimos cinco años en más de 50.000 pequeñas y medianas empresas que han cesado su actividad exportadora.
La falta de cultura internacionalizadora, junto a la escasez de recursos y medios económicos que permitan hacer sostenible el negocio en el país destino son las causas principales del fracaso exterior. En aras de reducir la excesiva tasa de mortalidad internacional, Jesús Terciado, presidente de Cepyme (Confederación Española de la Pequeña y Mediana Empresa), bajo el marco de la feria Imex Impulso exterior, instaba a los sectores público y privado a "favorecer el establecimiento de convenios multisectoriales para trabajar en destino" y reclamaba a las Administraciones Públicas un mayor esfuerzo que dote de "enfoque práctico a los procesos de acompañamiento y asesoramiento y que evite un posible frenazo de las exportaciones ante la recuperación de la demanda interna".
Crecimiento sostenido
A pesar del crecimiento sostenido que se viene produciendo durante el último trienio, 2013 cerró con tan sólo un 4,6% de empresas exportadoras sobre las más de 3,1 millones de sociedades inscritas en el Dirce (Directorio Central de Empesas). Aún así, caben destacar dos datos, el primero lo marca el crecimiento del 7,3% de empresas regulares -que exportan durante periodos de más de cuatro años- cuatro puntos superior al de 2012. Y el segundo el que son las empresas de menos de 25.000 euros de volumen de exportación las que más han aumentando su presencia en los mercados exteriores (13,6% más que en 2012). Incremento en el que han tenido especial relevancia las TIC, que previsiblemente permitirán a muchas pymes mantener su actividad internacional en los próximos años.
A la vista de las cifras el margen de crecimiento en el sector exterior es amplio y el objetivo "pasa porque a través de las pymes se aumente el espectro de ese 3% de empresas que acaparan el 90% de las exportaciones españolas", explicó Terciado.