
Las aceleradoras corporativas son uno de los actores que han proliferado entorno al creciente movimiento emprendedor español. Repsol, IE Business School, Esade, Indra, Correos o Telefónica son algunas de las compañías que ofrecen asesoramiento y formación, capital semilla y crecimiento a nuevos proyectos. Antonio Flores, fundador y CEO de Loop Business Innovation, una consultora estratégica empresarial que se encarga, entre otras cosas, de diseñar y lanzar aceleradoras corporativas, explicó para elEconomista las oportunidades y limitaciones de estos departamentos, y su alcance en la economía real.
Los principales sectores donde se consolidan las empresas aceleradas son el tecnológico y los relacionados con e-commerce, las tiendas online. Flores ve un cambio drástico desde el inicio de la crisis: "El panorama emprendedor era diferente, teníamos un portfolio muy equilibrado entre pymes , algunas tecnológicas, y grandes empresas (...). Seis años de crisis han arrasado con las pymes ".
El consultor considera que las micropymes han desaparecido, dando paso a las start-ups, principal objetivo de las aceleradoras.
Agregar valor a la empresa
Ahora bien, qué necesita una empresa acelerada para consolidarse y qué necesita una aceleradora para agregar el máximo valor a su empresa. El primer síntoma de que una empresa va a tener sentido es "si el modelo de negocio que hay detrás es realmente factible", opina Flores. "Muchos sacrifican un montón de cosas al principio, pensando que solo con la idea compensarán las pérdidas en un futuro, y en el momento en el que quieren cuadrar los números es demasiado tarde".
Respecto a las aceleradoras, deben estar adaptadas a las necesidades de la corporación, que pueden estar relacionadas con la Responsabilidad Social Corporativa, la integración de la empresa en un grupo industrial o funcionar como una canalización de la energía emprendedora interna. Para el CEO de Loop Business Innovation, el emprendimiento "está potenciando el autoempleo, que, aunque ofrece una salida a la coyuntura actual, también está vaciando a las empresas de capital emprendedor. Esas personas son muy necesarias dentro de las corporaciones. De esta forma ganan todos".
Una aceleradora destacable, a juicio de Flores, es Wayra, de Telefónica, que ha invertido 13 millones de euros en start-ups en tres años. "Es muy interesante como una gran corporación se nutre y al mismo tiempo nutre a una red de conocimiento. Ayuda al emprendimiento interno y ayuda a una captación de conocimiento externo, que de alguna forma complementa la actividad de la compañía".
Desde el punto de vista de las compañías que logran consolidarse tras ser aceleradas, existen ejemplos como Iwopi, cuyo modelo de negocio auna deporte y esfuerzo social, o Wuaki TV, que se utiliza para ver cine directamente en la televisión, ordenador o tableta de manera legal, y ha sido vendida recientemente a Rakuten Group.
El mercado emprendedor
El fundador de la consultora estratégica alerta de que el ecosistema del emprendimiento ha dado la vuelta, de tal forma que "es una industria alrededor del emprendedor, que se alimenta de ellos, en el buen y en el mal sentido de la palabra. Favorece en ocasiones a los emprendedores y otras veces contamina el entorno, muchas veces hay gente que, con buenas intenciones, complican la situación o hacen que la industria esté muy fragmentada".
A juicio de Flores, existe actualmente una "avalancha de start-ups y una avalancha de emprendimiento", con sus pros y sus contras. En este mercado tan saturado y donde vender la idea es casi tan importante como la utilidad de la misma, hay que saber moverse: "Algunos mediocres salen ganando, y algunos buenos salen perdiendo", advirtió Flores.