Antes de la crisis, las Cámaras de Comercio concentraban hasta 27 bolsas de subcontratación, pero a día de hoy el escenario ha quedado reducido a 12 bolsas que han sabido especializarse y prestar servicios de valor añadido. La Cámara de Barcelona constata que la mayor parte de las empresas de las bolsas de subcontratación son micropymes que facturan 1,5 millones y que con la crisis se les han acercado más empresas.
La Cámara de Bilbao históricamente es una de las más activas en este segmento y prueba de ello es que son los organizadores del único certamen sectorial español de subcontratación, de carácter bienal, que se celebra los años impares en Bilbao Exhibition Centre.
¿Las recuperación macroeconómica que se está anunciando está teniendo su traslación a la subcontratación industrial?
Hay cierta mejora, pero no optimismo. Depende de subsectores. No se ve una mejora consolidada , ni en incremento de facturación ni en incremento de actividad. Lo que parece es que los peores años han pasado y estamos en el inicio de un cambio de ciclo, pero sin olvidar que aún hay incertidumbres y en un mundo tan globalizado situaciones como la de Argentina pueden tener repercusiones para nosotros.
¿Por qué no hay estadísticas que permitan ver la evolución de la subcontratación industrial?
La subcontratación no es un sector en sí mismo, son múltiples sectores que fabrican piezas para otros sectores. Es una actividad muy heterogénea, pero tiene gran relevancia económica.
¿Las empresas subcontratistas han logrado dar el salto a otros mercados como, por ejemplo, los países emergentes?
En subcontratación industrial -que se centra en metal, caucho y plástico- el mercado principal sigue siendo Europa, a donde van más del 85% de las ventas. En líneas generales es un mercado de producto que no viaja bien, la relación de valor añadido con peso y tamaño hace que tengan que ser mercados cercanos.
¿La crisis ha hecho que las empresas se hayan internacionalizado más?
Desde las Cámaras de Comercio venimos muchos años insistiendo en la necesidad de que las empresas salgan al exterior, de que se internacionalicen. Por desgracia la crisis nos ha dado la razón. Hoy día no hay nadie que no haya interiorizado que internacionalizarse es una necesidad, es clave para la competitividad. Las empresas que ya tenían tomadas posiciones en otros mercados han aguantado mejor la caída del mercado español.
¿Para quien no se haya internacionalizado ya es tarde?
No, salir al exterior sigue siendo clave para la competitividad y para la supervivencia. Cuanto más sale fuera la empresa, más se conoce a sí misma, ve cómo está en el mercado con respecto a las demás.
Salir al exterior es más fácil para las grandes empresas, pero la realidad es que casi el 90% de las empresas son pymes o micropymes...
Si, la mayor parte del tejido productivo son pymes y para éstas es mucho más difícil salir a los mercados exteriores, tanto para exportar como para externalizar parte de la producción a otros lugares. En estas estrategias juega un papel determinante el acceso a las financiación financiera. Pero también hay muchas oportunidades si se sabe qué hacer, si hay una estrategia clara, un nicho de negocio para tomar posiciones.
La industria se subcontrata
