
Butifarring es una nueva marca que ofrece al consumidor butifarra gourmet cocida al horno de brasa con carbón vegetal y sarmiento. "Aporta un sabor y un olor característico, único en el segmento de bocadillos", explican. Se trata además, de un nuevo restaurante de tendencia 'super especializada', que nace en Barcelona para aportar bocadillos "de primera calidad", asegura la start up en un comunicado.
"Por nuestra faceta de emprendedores compulsivos esperamos abrir cinco nuevos puntos de venta propios y convertir la marca en una cadena de franquicias que se desarrolle en todo el país", señalan los fundadores del proyecto.
La idea se le ocurrió a Eric Camps hace seis años "después de viajar por el mundo y harto que en ningún restaurante le ofrecieran un bocadillo hecho con buenos ingredientes y con una preparación cuidada"; así, en abril de 2013 constituye la empresa con sus socios y en diciembre de 2013 abren su primer establecimiento "que ofrece bocadillos con los mejores ingredientes de proximidad que les aportan los proveedores locales", es decir, de kilómetro 0.
Variedades
Las variedades de butifarras (de setas, de calçots, de pollo, de queso azul...) son ideadas por Albert Gómez, el chef corporativo, y son elaboradas por Mitjans, una empresa centenaria que elabora productos de charcutería tradicional especializada y selecta. El pan es una fórmula secreta y propia del chef que les elaboran en la empresa Bonblat, un Taller Gastronómico centenario que les prepara un pan de coca crujiente para acompañar las butifarras.
Para poner en marcha la empresa, Eric Camps y sus socios han invertido unos 200.000 euros para el local y la maquinaria, un 75% de los cuales son recursos propios aportados por los fundadores y un 25% proviene de un crédito ICO. Butifarring cerró su primer mes de vida con 5.348 bocadillos servidos, sobre todo a turistas, personas jubiladas, trabajadores de la zona, guardia urbana, funcionarios y vecinos del Barrio Gótico de Barcelona.