Emprendedores-Pymes

Los franquiciados se quejan de que reciben una formación "deficiente" de las enseñas

  • Más de la mitad considera el 'royalty' mensual justificado
  • "España adolece de falta de interés por la formación continua"

El 42% de los franquiciados encuentra "serias deficiencias" en la formación inicial que recibe de la central para desarrollar su actividad. A pesar de ello, un altísimo porcentaje (82%) desea continuar como asociado de la marca una vez terminado su contrato. Éstas son dos de las conclusiones del Estudio de Satisfacción del Franquiciado elaborado por la consultora Barbadillo y Asociados. Un informe que es el fruto de encuestar a 550 cesionarios de marcas de diversos sectores, desde la alimentación y las agencias de viaje hasta la estética y la moda.

En lo que respecta a la formación inicial, los encuestados opinan que dura escasos días y profundiza poco. Un ejemplo extremo de ello es el que relata a elEconomista un exfranquiciado que prefiere no dar su nombre y que, durante años, trabajó con un fabricante de rótulos norteamericano. "La instrucción previa fue escasa y, sobre todo, no fue continua una vez que comencé mi actividad. El primer año venían a visitarme una vez al mes, pero a partir del segundo lo hacían con mucha menos frecuencia", comenta. Este emprendedor acabó abandonando la red y montando su propio negocio.

Eduardo Abadía, gerente de la Asociación Española de Franquiciadores, destaca el alto dato de franquiciados que quieren repetir: "Más de un 80%, lo que es un dato muy positivo y, para mí, muy importante". Respecto a la formación, Abadía pone de relieve que al franquiciador le interesa darle al emprendedor la mejor formación posible: "Su objetivo no es ahorrarse tiempo de formación, sería tirar piedras contra su tejado", señala.

Otro de los aspectos en los que los encuestados tiran de las orejas a las franquicias es la inversión en marketing: el 57% de ellos afirma que falta transparencia en lo relativo a los fondos recaudados para esos fines; es decir, que no saben a qué acciones se destina el canon de publicidad que abonan periódicamente. Un franquiciado consultado que tampoco facilita su nombre señala que, en su caso, el problema es que "el canon me ayudó mucho a darme a conocer, pero, tras varios años en activo, no lo necesito y lo sigo pagando".

Los resultados del estudio son, en muchos aspectos, positivos: Treinta de cada cien encuestados dicen encontrarse muy satisfechos con el control de su establecimiento por parte de la enseña. Y el 70% considera que la política de suministro de la central es buena o muy buena.

Lo prioritario es la inversión

Del estudio también se deduce que el 69% de los emprendedores eligió su marca por cuestiones objetivas, como por ejemplo la inversión inicial exigida. Es el caso de Ramón Cortina, que el pasado mes de julio abrió un local de La Tortillita (enseña que ofrece más de 30 tipos de tortillas) en pleno centro de Salou. "Llevaba tres meses en paro cuando decidí convertirme en franquiciado y para mí la inversión inicial era un factor fundamental, porque no podía embarcarme en un proyecto de 100.000 euros", explica por teléfono a elEconomista. Pero sí invirtió unos 60.000 en hacer una obra para adecuar el local y equiparlo con cocina (ya que las tortillas se elaboran in situ). El suyo es el único establecimiento de La Tortillita en Cataluña.

Cortina está satisfecho con la formación que ha recibido de la central para regentar su negocio, y cree que a ello ha ayudado que la cadena tenga sólo cinco locales, es decir, pocos franquiciados a los que atender. "Ante cualquier duda que me surja acerca de, por ejemplo, cómo preparar un determinado plato, sólo tengo que llamar y me la solucionan. Para mí es básico tener esa proximidad con la franquicia, si no fuera así no me vería capaz de tirar para delante", comenta.

Tampoco se queja de la formación recibida Jairo Pajares, franquiciado de Repara tu Vehículo (enseña de autoservicio de reparación de automóviles) en Basauri, una cadena que exige a sus franquiciados que tengan, de entrada, ciertos conocimientos de mecánica. "La formación, en mi caso, se prolongó durante dos semanas. Fueron una especie de prácticas en el taller de la marca. Allí aprendí cómo funciona el negocio". Un negocio innovador en el que Pajares entró, inicialmente, con miedo: "Éste es un taller en el que el cliente repara su propio coche. Ahora ya es un modelo conocido, pero hace dos años era algo muy nuevo".

Jairo Pajares, que se convirtió en emprendedor tras ser despedido por la empresa en la que trabajaba, abrió su taller en julio de 2011 y fue el primer franquiciado de Repara tu Vehículo, que ya ha sumado a la red otros cuatro. Entre las ventajas de ser franquiciado, "la calidad de la maquinaria y las herramientas a las que tienes acceso; a la hora de negociar los precios te favorece el hecho de pertenecer a una red", explica por teléfono desde Basauri.

Al igual que Ramón Cortina, Pajares acudió al banco para pedir financiación cuando se propuso montar su negocio; según el sondeo realizado por Barbadillo y Asociados, el 60% de los franquiciados necesitaron hacerlo. Pajares señala que el hecho de ir de la mano con una franquicia jugó a su favor, ya que "muchas enseñas tienen acuerdos con las entidades".

El caso español

¿Comete la franquicia española errores no tan frecuentes en otros países? Santiago Barbadillo, director general de Barbadillo y Asociados, hace autocrítica: "En este país se otorga demasiada importancia al canon de entrada, que nunca debería ser la parte más substancial, y al hacerlo dificulta la entrada de franquiciados , poniendo en entredicho el futuro del proyecto". Un canon de entrada alto, añade Barbadillo, "denota un mercado inmaduro, que no ha llegado a los niveles de solidez óptimos". La otra carencia que detecta este experto es que, "en comparación con Europa, España adolece de una falta de interés por la formación continua", añade.

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