
¿En qué consiste una buena comunicación? ¿En qué se diferencia un buen orador de otro mediocre? Si cerramos los ojos y pensamos en buenos oradores, seguramente pocos políticos actuales o personalidades públicas se nos vengan a la memoria. ¿Cuál es la razón? ¿Qué hacen bien y qué olvidan? Para responder a estas cuestiones hemos acudido al experto en comunicación Agustín Rosa, que nos ofrece en esta entrevista algunas claves para hablar bien en público. Porque comunicarse bien con los demás es útil en todas las facetas de nuestra vida: familiar, laboral y pública.
¿Qué porcentaje de buen orador debe tener un político?
Saber comunicarse, expresarse con naturalidad, dominar el lenguaje no verbal o adaptar el mensaje al público que te va a escuchar, son clave para ser un buen orador, tanto si eres político, maestro, comercial, catedrático, emprendedor, directivo o cualquier otra profesión.
¿De los políticos que vemos a diario en los medios de comunicación... quién se salvaría? ¿En su opinión hay alguno que sea buen orador y transmita mensajes sin 'trampa'?
Como una moneda, tenemos dos caras. Aquellos que dominan el arte de la oratoria, tienen una excelente preparación, lo hacen con naturalidad, utilizan un hilo argumental, aplican correctamente el silencio, dominan el lenguaje no verbal y saben enganchar a su auditorio, como por ejemplo Albert Rivera, Barack Obama o Antoni Cañete.
Por otro lado, tenemos aquellos políticos que son menos naturales debido a que acostumbran a leer sus discursos, tienden a utilizar un tono monocorde, incluyen muletillas en sus discursos, no dominan el lenguaje no verbal o utilizan gestos repetitivos con las manos, como por ejemplo el actual Ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete o la exministra de Sanidad, Leire Pajín.
¿Qué recomendación les daría a estas personalidades? ¿Y a los ciudadanos para defenderse de determinados mensajes de oradores poco coherentes?
Hablar en público es más que salir delante de un auditorio y ponerse a hablar o reproducir un discurso aprendido. Hay que ser coherentes con lo que se dice, prepararse muy bien la intervención y hacerlo con naturalidad, hablando desde el corazón y con pasión.
Todos tenemos una marca personal y unas características que nos hacen únicos, y eso se transmite en los discursos en público. Aprender a mejorar la comunicación sin caer en el error de convertirse en el clon de otra persona, es clave, en un mercado tan competitivo y global como en el que vivimos.
Usted da mucha importancia a puntos como "tener en cuenta al auditorio", "nunca faltarle al respeto", "adaptar el mensaje al público" y "no mentir". Teniendo en cuenta que encontramos varios de estos componentes negativos en los mensajes diarios de las personalidades públicas... ¿Qué hacemos? ¿Qué opinión le merece todo esto?
Cuando se hacen las cosas sin pasión, se intenta agradar a todo el mundo o no se tiene un mensaje coherente es cuando se tiende a caer en el error de cambiar el discurso, justificarse o darse el lujo de olvidarse que existe un auditorio. Valore a su público como se merece y entréguese con pasión. ¿De qué le serviría ser un gran orador si no tiene un público que le escuche?
¿Qué breves consejos le daría a una persona para ser un mejor orador en su vida cotidiana?
Hablar en público es una habilidad, y como toda habilidad, se forja con la práctica y la constancia. En primer lugar, que sea él mismo, evitando impostar a otra persona o querer convertirse alguien que no es. En segundo lugar, que se prepare la presentación o discurso con tiempo, porque cuanto mayor sea la preparación, mayores serán sus probabilidades de éxito. Y por último, que practique, practique y practique, cuanto más mejor, para ello puede hacerlo en una cena con los amigos, una conferencia en una asociación o interviniendo en la próxima reunión de trabajo, de esta manera ganará seguridad y soltura al hablar en público en el día a día.
Cuanto más tiempo dedique a mejorar sus presentaciones, a hablar en público, a comunicarse con los demás, a aplicar las técnicas, consejos y truquitos que comparto en el libro 'Hablar bien en público es posible, si sabes cómo' (Paidós), más rápido conseguirá dar un salto cualitativo y perfeccionar.
La comunicación en el trabajo es muy importante, ¿qué le diría a los jefes y empleados que gritan y crean mal ambiente?
Los tiempos cambian y las personas también, con ello quiero decir, que caer en el error de querer crear un mal ambiente laboral, gritar a los empleados o tratar a las personas como un simple número, es algo que nos condena al fracaso y a vivir en un constante retroceso. Desde que somos muy jóvenes nos enseñan a leer y escribir, pero en muy pocas instituciones de educación en España enseñan a los niños a hablar en público, exponer sus ideas con seguridad, argumentar y dialogar. Y este es un serio problema de nuestra sociedad.
¿Alguna recomendación para trabajar en equipo con armonía, paz y equilibrio?
Es muy importante, generar un buen ambiente laboral, conocer las tareas que tiene que desarrollar cada uno de los integrantes y que exista una excelente relación entre ellos. Además de lo anterior, para motivar al equipo, hay que conocer queÌ es lo que le mueve a cada integrante: dinero, posicionamiento en medios, recompensa, satisfacción por ayudar, tiempo libre, carrera profesional... Y conocer de primera mano cuál es la situación personal, familiar y financiera de cada uno de ellos para poder aplicar las mejores técnicas de motivación. Y recuerde, como dijo Henry Ford, "Las dos cosas más importantes no aparecen en el balance de una empresa: su reputación y sus empleados".