
Segundo mercado de lujo en Asia, decimoquinta economía del mundo y potencia exportadora de tecnología e innovación, la República de Corea fue uno de los primeros países asiáticos en atajar la crisis. Su PIB creció al 1,1 por ciento en el segundo trimestre y su economía, similar en algunos aspectos a la española, ofrece un ejemplo de cómo plantar cara a las dificultades. Su Embajador, el Excmo. Sr. Dae-sung Oh recibió a elEconomista en la sede de su delegación en Madrid.
¿Qué puede aportar el mercado coreano a España?, ¿cuál es la relación económica entre ambos países?
Antes de la crisis económica de 2008, el volumen de comercio bilateral entre los dos países llegó a 5.000 millones de dólares y era muy favorable a Corea . Hoy se ha reducido a 3.000 millones y se ha equilibrado, gracias al aumento de las exportaciones españolas a nuestro país. El mercado coreano puede ser una plataforma estratégica para los empresarios españoles. Es muy transparente, muy occidental y con una enorme seguridad jurídica. Hay muchos ámbitos para cooperar entre España y Corea y ojalá que trabajemos como socios estratégicos. Según el Banco Mundial somos el octavo país de 183 en el ranking de facilidad para hacer negocios. El mercado coreano puede ser una plataforma para penetrar en otros países de Asia. De hecho, el año pasado nos convertimos en el mayor inversor asiático en España, por delante de China y Japón. Corea es un mercado muy importante, el segundo de lujo en Asia después de Japón. Somos el mercado más abierto del Continente, porque hemos firmado acuerdos de libre comercio con más del 60 por ciento de la economía mundial, con la Unión Europea, con EEUU y también con India, algo que no han hecho ni China ni Japón.
Fue uno de los primeros países asiáticos en salir de la crisis. ¿Qué medidas se adoptaron para ello?
Corea , como España, registró en 2008 y 2009 un crecimiento negativo. A finales de 2009, con el liderazgo de nuestro Gobierno, se logró un pacto social entre los empresarios y los trabajadores que recibió también apoyo de los líderes religiosos y sociales. La condición era que las empresas no anunciasen despidos. Enviaron a los empleados a sus casas por turnos y, al mismo tiempo, los directivos de las compañías se rebajaron los sueldos para compartir el esfuerzo con sus trabajadores. En 2010, se logró un crecimiento del 6,2 por ciento. El pacto social fue equiparable a los Pactos de la Moncloa.
¿Cómo está afectando a Corea la crisis en Europa y Estados Unidos?
La UE y Corea firmaron un Acuerdo de Libre Comercio en julio de 2011 y desde entonces han aumentado mucho las exportaciones españolas al mercado coreano. Por el contrario, las exportaciones de Corea a Europa, incluida España, han caído mucho. Queremos vencer esta dificultad a través de una política de "economía creativa", potenciando la innovación, la información, la tecnología o las industrias manufacturera y cultural.
¿Qué impacto está teniendo en su economía la política monetaria agresiva del Banco de Japón?
Nuestras exportaciones a Japón han caído mucho. Un ejemplo muy claro es el alga marina que producimos y que es muy popular allí. Su precio se ha doblado a causa de la devaluación del yen. Lo mismo sucede con los automóviles, la maquinaria, la petroquímica y la siderurgia. Es cierto que nuestra competitividad se ha debilitado. Sin embargo, la política de Japón también puede tener un efecto positivo. Que estas medidas tengan éxito permitirá su reactivación y beneficiará a la economía mundial y a la nuestra. Habrá que esperar para ver los efectos de esa devaluación artificial.
España y Corea comparten el problema del envejecimiento de la población. ¿Qué decisiones está tomando su país en ese ámbito?
Es el gran problema que tenemos en este momento, porque en 2018 los ancianos representarán el 14 por ciento de la población y en 2026, el 20 por ciento. Corea tiene 50 millones de habitantes. Nuestra tasa de natalidad es muy baja, ocupamos casi el último lugar entre los países occidentales. Recientemente el Gobierno ha iniciado una estrategia para alcanzar una tasa de empleo del 70 por ciento, desde el 64 por ciento actual. Para implantar esta política queremos involucrar a las mujeres y a los jóvenes.
Además, queremos ampliar los empleos en el sector de las pymes y en los servicios. También recientemente hemos retrasado la edad de jubilación a los 60 años. Los asalariados se jubilaban en las empresas antes, a los 55 o 57 años. Hemos aprobado políticas para incentivar la natalidad y para extender los permisos por maternidad. Y estamos brindando a los jubilados la oportunidad de desarrollar tareas en departamentos comerciales y en gasolineras, entre otros.
¿Cómo marchan las relaciones con Corea del Norte?
Durante mucho tiempo ha habido un círculo vicioso de amenaza, negociación y compensación. El nuevo Gobierno quiere cortarlo, enfatizando en establecer la confianza mutua entre las dos Coreas. Ambas partes siguen negociando en la zona desmilitarizada. Nuestro Gobierno pide garantizar la seguridad de los trabajadores y que se cumplan los compromisos. No es fácil negociar con ellos. Esperamos que el régimen norcoreano adopte una política de apertura económica para atraer las inversiones extranjeras y mejorar el nivel de vida de su pueblo. Queremos la coexistencia y coprosperidad entre las dos Coreas y pedimos la desnuclearización.