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Emprender en el sector de la belleza para maquillar la crisis

Imagen de EFE

Estefanía Bataglini es una emprendedora del sector de la salud y la belleza que fundó hace dos años, en plena crisis, su propio centro de estética (Centro Estético Medea). Pocos meses más tarde decidió dar otro salto y crear su propia empresa de distribución de cosméticos a nivel nacional e internacional, además de una tercera marca de venta de cosméticos online.

¿Cómo surgió la idea de emprender en este sector?

Cuando comencé mis estudios de estética no eran un objetivo en sí mismo, sino un medio para llevarme a conseguir otras metas. En realidad quería estudiar Medicina. Pero el viaje hacia ese destino fue tan apasionante que me enamoré de esta profesión, descubrí que era una disciplina tan amplia que podía ocuparme toda una vida en aprenderla y disfrutarla.

La academia donde estudié Estética me enseñó que había que buscar en otras direcciones, que no se trataba de centrase solo en la imagen exterior para embellecer a las personas. Luego llegó mi primer trabajo en una peluquería de una franquicia muy prestigiosa, donde me ofrecieron dos opciones: contrato o alquilar las cabinas y ser autónoma. Así comencé mi camino como empresaria. Yo tenía una preparación para ello, Licenciada en Empresariales con algunos masters y cursos superiores en CEF, donde el Sr. Roque de las Heras y mis profesores me enseñaron a gestionar una empresa, a nivel contable, fiscal y laboral...

Pensé, y me dije a mi misma, que esos conocimientos que adquirí cuando era una jovencita, los podría aplicar para formar mi propia empresa, además de ser y ejercer como "técnico especialista en estética".

¿Con qué inversión contó en sus inicios?

En un primer momento contaba con los ahorros de todo el trabajo realizado anteriormente, aun así elaboré un plan de empresa, ya que iba a ser necesario para un posible apoyo financiero, como así sucedió. Los gastos empezaron a aparecer y después de varias reuniones con las entidades bancarias, optamos por un crédito ICO (después de analizar la situaciones), donde fue aprobado y después de cumplir los requisitos de la operación, opté por un interés fijo con un año de carencia, con lo cual eso nos permitió seguir con el proyecto adelante y finalizarlo, además recuperar la inversión realizada.

¿Qué particularidades tiene embarcarse en un proyecto dedicado a la salud y estética?

A través de la salud y empecé a estudiar cómo el cuerpo somatiza las emociones en forma de dolores, alteraciones físicas o estéticas, enfermedades, aprendí diversas técnicas para tratar y equilibrar el organismo; además, por supuesto, de la importancia de la alimentación. Con lo cual, mi filosofía de trabajo, y de vida, se basa en el estudio y entendimiento integral de nuestro cuerpo, nuestra mente y nuestra energía, y en la búsqueda del necesario equilibrio entre los tres.

Uno de mis grandes maestros me dijo en una ocasión: "Las esteticistas sois muy afortunadas, porque a vosotras generalmente os llegan personas sanas preocupadas por la imagen, por sus alteraciones, sus "inestetismos", que no son otra cosa que el reflejo externo de desequilibrios internos, que vosotras podéis tratar de corregir y, además de embellecer, podéis prevenir la enfermedad". Cuando le escuché la reflexión me sentí muy importante, porque le creí, estaba claro que tenía razón

Antes, el ser humano luchaba para sobrevivir y ahora, en cambio, lucha por el objetivo de alargar la vida con el deseable nivel de calidad. Antes apenas daba tiempo a sufrir largas enfermedades, pero hoy con el aumento de la esperanza de vida es imprescindible cuidar mucho nuestro organismo (cuerpo y mente), tanto por dentro como por fuera.

Además del centro de estética ha emprendido otros proyectos, ¿cuáles son?

Hace poco más de año y medio fundé otra empresa que se dedica a la distribución de productos cosméticos a nivel nacional e internacional, y ahora tengo una tercera, venta de productos cosméticos online, además de Centro Estético Medea al que llamo mi templo del "bienestar".

Beneficios y problemas a la hora de trabajar para y por una misma

Ser empresaria/o es una actitud ante la vida, es una elección. Quien elige ser empresario, quiere marcar sus propias reglas del juego, crear su filosofía de trabajo y actuar en consecuencia. No importa el sector al que se dedique, porque la motivación y la capacidad emprendedora es la misma. La necesidad de que el profesional se adapte a los cambios y aprenda a convertirlos en oportunidades.

El primer paso es tomar consciencia de ello. En mi caso, me di cuenta que me faltaban muchas habilidades, que la mayoría de las veces me movía por lo que pensaba que se tenía que hacer, por lo que intuía que era mejor, pero empezaron a aparecer los conflictos, en la toma de decisiones, con los empleados, con otros colaboradores... y un largo etcétera.

Tenía una responsabilidad enorme, muchas ganas e ilusión de trabajar como esteticista y de ayudar a los demás, pero muy poca o ninguna experiencia real como empresaria.

Todo esto forma parte de la elección de ser empresario, en la necesidad de nuevos aprendizajes que respondan a las nuevas exigencias y los nuevos retos.

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