
La Comisión Europea (CE) ha aprobado un plan de acción europeo para el comercio minorista y una consulta sobre las prácticas comerciales desleales en la cadena de suministro alimentario y no alimentario entre empresas.
El sector de los servicios mayoristas y minoristas es uno de los principales sectores económicos de la UE y debería desempeñar un importante papel a la hora de estimular el crecimiento y la creación de empleo en el marco de la Estrategia Europa 2020, señaló la CE.
En concreto, representa el 11 % del PIB de la UE y el 29 % de las pymes europeas y emplea a casi 33 millones de personas.
La CE detectó, no obstante, barreras que obstaculizan el adecuado funcionamiento del abastecimiento transfronterizo, el acceso de los consumidores a los servicios transfronterizos al por menor y la entrada de los minoristas al mercado.
El plan de acción presentado hoy por la CE, que consiste de 11 iniciativas, establece una estrategia destinada a mejorar su competitividad y su rendimiento económico, medioambiental y social.
Cinco puntos clave
Pretende facilitar a los consumidores el acceso a información transparente y fiable para que puedan comparar mejor los precios, la calidad y la sostenibilidad de bienes y servicios, sobre todo cuando se trata de ofertas transfronterizas.
Incluye acciones para mejorar la accesibilidad a los servicios minoristas al fomentar el intercambio de buenas prácticas entre los Estados miembros en materia de planificación comercial y territorial.
El plan también quiere garantizar unas relaciones comerciales más justas y sostenibles a lo largo de la cadena de suministro alimentario y no alimentario, e impulsa dos acciones para reducir el despilfarro alimentario y minimizar el consumo de energía en los comercios.
Por otra parte, planea mejorar la vinculación entre el sector minorista y la innovación, mediante una conferencia de expertos sobre productos, servicios y tecnologías innovadoras, un estudio sobre la viabilidad de una de datos con todas las normas europeas sobre etiquetado de alimentos y medidas para integrar mejor los mercados de pagos por tarjetas de crédito, internet y móviles.
Por último plantea mejorar el entorno de trabajo, mediante una mejor adecuación entre las necesidades de los empleadores y las cualificaciones del personal.