
Que papá Estado y mamá comunidad autónoma no van a ser los que nos saquen de la crisis es tan cierto como que los bancos no son la solución, sino el problema para cada vez más empresas.
Descreídos de todas las instituciones políticas y agentes sociales, la única salida para los españoles no emigrados es ese ingenio que se agudiza en la penuria, la iniciativa propia y el apoyo civil. Del otrora desprendido apoyo institucional sólo cabe esperar que no ponga palos en las ruedas, que no es poco.
En estas circunstancias, cabe destacar la iniciativa del presidente de Mercadona, Juan Roig, de crear una aceleradora de proyectos empresariales a la que aporta de su patrimonio personal 3 millones de euros para préstamos en condiciones "competitivas", a razón de un máximo de 200.000 euros para cada uno de los 15 emprendedores que acogerá cada año.
Apoyo al talento
Es obvio que la intención de Roig no es ganar dinero como prestamista de 3 millones, siendo el dueño de una empresa que en 2011 ganó 474 millones. El objetivo declarado, y su trayectoria le avala, es apoyar el talento y el ingenio, eso sí, a su manera, que no tiene nada que ver con la sopa boba de la Administración, tan del gusto de muchos españoles. Es interesante leer cuáles serán las obligaciones de los beneficiarios del proyecto Lanzadera: esfuerzo, dedicación exclusiva, asistencia a las sesiones de formación y cumplimiento de los hitos pactados. En otras palabras, cultura del esfuerzo.
La iniciativa de Roig se suma a cientos de proyectos privados que vienen llenando los huecos que la subvención pública y los bancos han dejado cuando más falta hacían. Viveros y aceleradoras de empresas, business angels que entran en proyectos incipientes o programas de formación gratuitos, como la Operación Emprende, que la Asociación de Jóvenes Empresarios de Valencia va a poner en marcha.
La iniciativa privada suple a la pública, seguro que con más eficacia, sin manga ancha para los cazasubvenciones. Sería interesante que acudiera al rescate de otra de las grandes marginadas en la era de los recortes, la I+D.