
En Internet se genera una cantidad ingente de información y a una velocidad que parece imposible de procesar. El volumen es tal, que las cifras son difícilmente asumibles para el cerebro humano. También es complicado para la tecnología, que se enfrenta al cada vez más complicado reto de ser capaz de almacenar cientos de millones de emails, comentarios, imágenes, vídeos... Más noticias en la revista gratuita elEconomista Gestión y Desarrollo Exterior
Sin embargo, el mero hecho de guardar todos esos archivos no tiene ningún sentido, si no pensamos en las posibles aplicaciones que estos pueden tener para las compañías. En este campo se mueve la empresa Sisu Labs, que utiliza la tecnologiÌa semaÌntica y el big data, a traveÌs de lo que se conoce como Procesado de Lenguaje Natural (PLN) con el objeto de "extraer la información de miles de conversaciones para, a partir de la agregación de todas, desenterrar inteligencia y descubrir tendencias que no se sabía que estaban ahí", tal y como explica Jennifer Woodard, cofundadora y directora gerente de la compañía.
Medir los sentimientos
De este modo pueden, en palabras de Woodard, "medir los sentimientos" de consumidor respecto a una marca, gracias a una herramienta que han bautizado como Sento. "Nuestro sistema encuentra un contenido en la red social Twitter, comprende lo que dice y, a partir de ahí, entiende qué siente y cuál es la intención del autor", explica, lo que les permite "extraer información útil para el negocio de sus clientes".
Así, de los millones de mensajes que se generan en la web, detectan patrones que permiten a las empresas generar respuestas adecuadas. "Por ejemplo, hemos trabajado en campañas electorales en Latinoamérica. Según los datos que extraíamos de Twitter, el partido iba organizando la campaña", relata Woodard.
Análisis en tiempo real
Además, el cliente puede acceder a la información en tiempo real, a través de la interfaz de la plataforma. Una inmediatez que se perfila como fundamental: "a veces vemos cómo el sentimiento del público hacia una empresa es neutro, pero luego puede cambiar, porque percibimos que salen otros conceptos, palabras...", cuenta la confundadora de Sisu Labs.
La compañía es una spin-off de un centro de investigación de Barcelona y, aunque se constituyó como empresa en el año 2013, su equipo lleva trabajando en el proyecto desde 2009. "Somos un grupo de siete personas, una parte de ellos científicos y otros del mundo de la tecnología, aunque yo vengo del sector del marketing", cuenta Woodard.
En cuanto a su tipo de cliente, desde Sisu Labs trabajan con empresas y agencias de muÌltiples verticales: bienes de consumo, medios de comunicación, ocio y entretenimiento, aseguradoras, financieras, farmaceÌuticas... Realmente "los resultados son para agencias de marketing y comunicación que llevan grandes empresas o partidos políticos. Podemos analizar cualquier marca, siempre y cuando tenga a su alrededor una fuente de datos rica con grandes volúmenes de datos", añade Woodard.
El valor de la marca
Un hecho que se ha convertido en fundamental hoy en día, en un contexto en el que el usuario mide, a veces, el valor de una marca por los followers que genera en las redes sociales. "De nada sirve tener muchos seguidores, sino lo que estos digan de ti", cuenta la directora ejecutiva de Sisu Labs, quien reconoce que "la figura del community manager está todavía algo desprestigiada en nuestro país, aunque cada vez más, las opiniones en las redes sociales son más importantes que las que se generan en los medios de comunicación".
En este sentido, desde la empresa tienen que esforzarse por distinguir las opiniones de contenido sin información. Asimismo, también estudian sobre qué escriben los clientes de una compañía cuando no están hablando de esta, lo que hace más fundamental aún el empleo de esta tecnología avanzada. "El análisis semántico y la tecnología se unieron ya anteriormente, con empresas como Google. De hecho, el análisis semántico es algo previo a Internet, pero el volumen de datos que se genera hoy en día provoca que esta tarea ya no se pueda llevar a cabo de manera manual", puntualiza Woodard.
Actualmente, Sisu Labs trabaja en EEUU, Reino Unido y Latinoamérica, y están comenzando a operar en nuestro país. En este sentido, es fundamental el tema del idioma, para poder leer los contenidos: "Ahora trabajamos en castellano, inglés y catalán y, dentro de Europa, nos gustaría llegar a Alemania", confiesa Woodard. "En España, cada vez hay más gente que quiere probar herramientas nuevas, aunque vemos cierta resistencia hacia las cosas complejas, cuyo valor quizá no se se percibe de manera directa en el día a día", añade la cofundadora de esta disruptiva compañía.