
Koiki es un proyecto de servicio de entregas y recogidas a la carta, donde es el usuario y no la empresa de transportes quien elige dónde y cuándo quiere recibir la mercancía que desea. Nació en 2013 con una inversión de 500.000 euros.
El método "es sencillo", pues Koiki recepcionará la petición a través de una aplicación en el smartphone del usuario y avisará al destinatario para que decida cuando quiere que su mercancía llegue a su casa, garaje, trastero o local.
El servicio de envío al cliente se realizará por personas cercanas, incluso del mismo barrio. Por lo tanto, la entrega, al ser de proximidad, se llevará a la hora definida por el cliente bien andando, en bicicleta o vehículo eléctrico.
"Ocurrirá lo mismo cuando el cliente quiera realizar una devolución, un envío de un paquete o una carta", explica el fundador Aitor Ojanguren, quién junto al director de sistemas, José Andrés Aliste, y la formadora Cristina Arganda conformaron un proyecto caracterizado por "ser sostenible, por un lado, ya que desplegamos nuestra red dando preferencia a colectivos con discapacidad o en riesgo de exclusión, y por otro lado, es medioambiental, porque evitamos la emisión de 0,42 kilogramos de CO2 por cada paquete de entrega o recogida".
¿Por qué decide emprender?
Para hacer del mundo un lugar un poco mejor. Koiki es un proyecto de emprendimiento social, y nace para realizar las entregas a domicilio de forma sostenible.
¿Qué objetivos se marcó a la hora de crear un proyecto como este?
Desde el principio queríamos reducir la emisión de CO2 de las actividades de distribución y movimiento de mercancías, proveer de trabajo social y local en nuestros barrios y colaborar en proyectos medioambientales que mejoran las condiciones de habitabilidad en nuestras ciudades.
En cuanto a los valores, ¿cuáles son los de esta empresa?
Tenemos tres valores: el respeto, la transparencia y el compromiso. Respeto porque trabajamos por conseguir un entorno que incluya la diversidad. Transparencia para compartir la información. Y compromiso porque contamos con objetivos definidos y mantenemos nuestros compromisos.
En este proyecto conviven con grandes competidores como las empresas de transporte, ¿qué les diferencia de ellas?
Nos diferencian muchas cosas: el modelo de negocio, la tecnología, la difusión de nuestro modelo, el despliegue del modelo a través de empresas en favor de la discapacidad, pero sobre todo nuestra visión que es un mundo sostenible.
Hasta día de hoy han invertido medio millón de euros para el proyecto, ¿pero cuánto esperan facturar en este año?
Esperamos facturar 300.000 euros.
¿En qué ciudades tienen en mente llevar el proyecto?
Durante 2015 desplegaremos Koiki en las provincias de Madrid, Barcelona y Guipúzcoa.
Y en cuanto al futuro, ¿tienen alguna iniciativa a realizar?
Tenemos en marcha varios proyectos de despliegue de nuestra actividad con centros especiales de empleo y con la Organización FSC Inserta de la Fundación ONCE.