Un total de 39 pymes españolas han sido seleccionadas por la Comisión Europea (CE) para recibir una ayuda de 50.000 euros destinada a financiar estudios de viabilidad de sus proyectos innovadores. Las compañías beneficiarias recibirán además hasta tres días de asesoramiento empresarial individualizado y podrán obtener más adelante un apoyo adicional de hasta 2,5 millones.
Una de las empresas seleccionadas es AlgaEnergy, una compañía de base tecnológica del sector de la biotecnología de microalgas. Carlos Rodríguez-Villa es jefe de Desarrollo de Negocios de la compañía, y explica lo que ha supuesto la elección y el futuro de la empresa.
¿En qué consiste el "premio"? ¿Qué os dan y qué tenéis que hacer a cambio?
La CE, dentro del marco de desarrollo estratégico Horizonte 2020, ha habilitado cerca de 80.000 millones para financiar proyectos innovadores en el periodo 2014-2020, la mayor parte de ellos de investigación y desarrollo. En ese marco, la CE ha dado un paso más en su apoyo a las pymes, creando el pionero programa Instrumento Pymes (SME Instrument), dotado con 3.000 millones. Este programa proporciona una subvención a fondo perdido a un proyecto, incluyéndose en el concepto proyecto el modelo de negocio de una empresa, como ha sido nuestro caso. De ahí que el perfil de los expertos evaluadores haya sido más inversor que científico, siendo el objetivo del programa apoyar a las pymes europeas con mayor potencial de crecimiento y que, por regla general, tienen un acceso limitado a la financiación. Otro requisito fundamental ha sido que la actividad de la pyme pueda además añadir valor a Europa, en su estrategia de desarrollo sostenible y competitivo. El programa consta de una primera fase de 50.000 euros de financiación para dar consistencia al plan de negocio presentado, una segunda fase con hasta 2,5 millones de Euros de subvención para contribuir a hacer realidad ese plan de negocio aprobado en la primera fase, y una tercera etapa, de promoción ante inversores y clientes, con la directa participación de la CE.
Como se puede deducir, se trata de un instrumento de apoyo financiero tremendamente atractivo, que ha generado mucha competencia. En este sentido, de entre las 2.666 propuestas presentadas a la CE, AlgaEnergy ha sido una de las sólo 155 seleccionadas en la primera fase, recibiendo 50.000 euros que habrá de invertir en desarrollar y dar consistencia a su plan de negocio.
¿Porqué os eligen a vosotros? ¿En qué consiste vuestro proyecto?
AlgaEnergy es una empresa de base biotecnológica que opera en el sector de las microalgas. Estos microorganismos son parientes de las algas que nos encontramos en la playa, si bien, son microscópicos, no los vemos pero ahí están, dando vida al planeta. En efecto, a las microalgas les debemos la vida, y además nos la van a mejorar. Decimos que les debemos la vida puesto que no sólo limpian el plantea del gas nocivo CO2 -a través de la fotosíntesis- sino que nos proporcionan el oxígeno que necesitamos para respirar, de hecho, una de cada dos respiraciones que hacemos se las debemos a las microalgas que viven en los océanos.
Además, son el primer eslabón en la cadena trófica del medio acuático, por lo que si los peces existen, es también gracias a las microalgas. Por otro lado, decimos que nos van a mejorar la vida por el potencial que tienen para contribuir a paliar, simultáneamente, las tres graves crisis a las que se enfrenta la humanidad en el siglo XXI: la alimentaria, la energética y la medioambiental.
Dada su rica composición, las microalgas encuentran aplicación comercial en distintos sectores socio-económicos, entre los que destacan la agricultura, la acuicultura, la nutrición humana y animal, la cosmética natural, y en un futuro no muy lejano, la bioenergía mediante la producción de biocombustibles de segunda generación.
No obstante, el conocimiento en el sector es aún escaso y está muy disperso en el mundo, pero cabe mencionar que España cuenta con una importante ventaja competitiva: que sus científicos, reconocidos internacionalmente, han estudiado y experimentado con microalgas de manera ininterrumpida desde hace más de tres décadas, por lo que hay un largo camino ya recorrido. AlgaEnergy ha sabido identificar ese potencial y ha concentrado ese talento en torno a la compañía, que en ese área lidera el prestigioso profesor Miguel García Guerrero. La misión de AlgaEnergy es pues, aplicar, en beneficio de la sociedad, el vasto conocimiento generado en España a través de las últimas décadas, desarrollando, optimizando y escalando la tecnología y sus procesos biológicos, de forma tal que AlgaEnergy ha logrado ya alcanzar la fase industrial en el año 2014, con la entrada en operación de su planta de producción situada en Arcos de la Frontera, anexa a la central de ciclo combinado más grande de España, propiedad de Iberdrola, empresa que además es accionista, miembro del Consejo Directivo y socio tecnológico de AlgaEnergy. Dicha planta de microalgas toma su principal nutriente, el CO2, directamente de las emisiones de la chimenea de esa central de ciclo combinado. Entendemos que la CE ha valorado, por tanto, el potencial de nuestro sector y la posición de vanguardia tecnológica de AlgaEnergy, expresada en esta primicia mundial, dado que representa un ejemplo muy concreto de lo que se da en llamar "economía circular", al convertir un gas nocivo en diversos productos naturales y de elevado interés para el mercado. En este orden de ideas, el proyecto que hemos presentado a la CE bajo el acrónimo ALGAEPRINT, se basa en la producción y comercialización de estos productos, principalmente a nivel europeo, en lo que es un modelo de negocio viable y atractivo, y de alto crecimiento.
¿Cuáles son vuestros próximos pasos?
Actualmente son varios los mercados en los que nuestros productos, además de tener una elevada demanda potencial, son ya competitivos en términos de rentabilidad y precio, estando su calidad y rendimiento acreditados. Esos mercados son, concretamente, el de la agricultura, la acuicultura, la nutrición humana y la cosmética natural. En efecto, AlgaEnergy, gracias a los millonarios programas de investigación aplicada que ha desarrollado durante los últimos 7 años, dispone ya de productos naturales, novedosos y de elevada calidad, a precios competitivos para cada uno de esos sectores. Nuestros próximos pasos se centran en el desarrollo y expansión de la comercialización de dichos productos.
En relación al Instrumento Pymes, el próximo paso será invertir de manera eficiente los 50.000 euros que nos han concedido, para presentarnos a la segunda fase de financiación con un proyecto sólido que represente una oportunidad de negocio tangible.
¿Qué supone la innovación para vuestra compañía? ¿Cuánto invertís en I+D+i?
La innovación forma parte del ADN de esta compañía. En todo proyecto innovador existe un camino a recorrer que empieza en la investigación básica hecha en el laboratorio y acaba en la puesta a punto del sistema productivo y su posterior puesta en el mercado, fase ésta que no es menos compleja puesto que toda novedad conlleva un acceso a la financiación más limitado. En esencia, desde su fundación hasta que ha alcanzado la fase industrial en el presente año 2014, las actividades de AlgaEnergy se han enfocado principalmente a la investigación aplicada al desarrollo, la optimización y el escalado de los procesos de cultivo, en orden a poder acortar el tiempo y los recursos dinerarios a invertir en el camino hacia la comercialización. Finalmente, y tras más de 7 millones de euros invertidos hasta ahora, AlgaEnergy puede decir que la fase de incertidumbre ha pasado y que ahora llega la de recoger los frutos que merecen tanto esfuerzo como ha sido el realizado. No obstante, forma parte del modelo de negocio de AlgaEnergy reinvertir los recursos generados en los sectores más rentables en más programas de I+D+i, para continuar desarrollando y abaratando costes en los productos destinados a sectores del futuro, como por ejemplo son los biocombustibles, en los que esperamos poder ser competitivos en un plazo de entre 5-7 años. En este sentido, la I+D+i seguirá siendo parte sustancial de la cultura de la compañía.
¿Hay que potenciar la innovación en España? ¿Cómo? ¿Qué pueden hacer la Administración?
Sin duda, un país que no innova es un país que se hace dependiente y no progresa. En España existe un acreditado talento y gozamos de un merecido prestigio científico, que se debe aprovechar y nunca desperdiciar, mucho menos transferirlo sin coste a otros países por falta de oportunidades que ofrecer en el nuestro a nuestros investigadores. Prueba de ello es que España ha sido el país de la Unión Europea que más proyectos han logrado pasar el corte a la primera fase del Programa Instrumento Pymes, con más de un 25% de los proyectos europeos seleccionados. Nuestro país, a diferencia de otros, no tiene recursos naturales en los que apalancar su crecimiento, por lo que la mejor manera de hacerlo es crecer generando valor añadido. Es cierto que en un mundo tan competitivo y ya completamente globalizado, es cada vez más complicado diferenciarse en la generación de valor añadido; por lo tanto, la innovación es capítulo sustancial. En efecto, diferenciarse ofreciendo valor añadido es la mejor manera de progresar como país, ya que en precios no nos podremos equiparar a otros países con menores niveles salariales, entre otros costes.
Dicho esto, es verdad que en los últimos años, a estas condiciones estructurales se le ha sumado la crisis económica, y ello ha implicado una priorización y presupuestos más cortoplacistas, lo que ha conllevado la reducción de la inversión pública en I+D. Desde 2010 la inversión estatal en I+D se ha visto reducida de manera continuada, pero afortunadamente, los presupuestos de 2015 ya prestan mayor atención a ese capítulo. No obstante, nosotros entendemos que lo más ventajoso para España sería que hubiera un cambio en la cultura general, de manera que se aliente en mayor medida el emprendimiento y la inversión a más largo plazo, tanto por parte de las administraciones públicas como de las empresas privadas, pero sobre todo de las instituciones de crédito, que tan especializadas están en sectores tradicionales y hoy poco atractivos. Necesitamos, en efecto, una estrategia sostenible y a largo plazo, y a nuestro entender, esto ha de canalizarse a través de una mayor inversión en innovación. Además, en España venimos demostrando desde hace décadas que con pocos recursos conseguimos grandes logros, siendo esa una ventaja comparativa muy valorada por todo inversor.
¿Qué consejos darías a otros emprendedores en cuanto a la innovación?
Sería impropio que yo, a mi edad, diera consejos a otros emprendedores. No obstante, sí que puedo decir que algo he aprendido en el entorno familiar emprendedor en el que he crecido, que es no tenerle miedo a los cambios, ser inconformista ante los dogmas, cuestionarlo casi todo para experimentar con responsabilidad nuevos caminos, creer en las ideas innovadoras, desarrollarlas con rigor y trabajar con pasión hasta hacerlas realidad. El camino es duro pero la recompensa grande. AlgaEnergy es el mejor ejemplo.