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Sombriya, sombrillas personalizadas para la cerveza inventadas por un español

  • "Un aparato destinado a generar sombra y evitar el impacto directo del sol"
  • Tomar una cerveza al sol supone un tiempo medio de 17,5 minutos
Imagen de EFE

A veces, pequeños inventos pueden solucionar inconvenientes del día a día sin demasiado esfuerzo o inversión. Es el caso de Sombriya, un pequeño dispositivo que evita que las bebidas se calienten a causa del sol. Podremos verlo, inicialmente, a partir de la próxima primavera.

Francisco Martín Jiménez ha patentado esta idea que consiste en "un aparato en forma de semicúpula, destinado a generar sombra y evitar el impacto directo de los rayos del sol sobre recipientes de bebidas y sobre la bebida en sí, con lo que se consigue que el tiempo de calentamiento del líquido, por la elevada temperatura ambiente, sea mayor y nos dure más tiempo fresca".

Normalmente, cuando tomamos una cerveza al sol alternando, el tiempo medio de consumo es de 17,5 minutos. Si la temperatura exterior es de entre 25º y 32 º, la cerveza servida a 4 grados, alcanza los 9 grados a los 5 ó 6 minutos, demasiado rápido como para tomarla en agradable charla, mientras que si utilizamos el capuchón que hemos patentado, no llega a los 9 grados hasta superados los 14,5 minutos.

El producto se comercializará, previsiblemente, a partir de la próxima primavera con el nombre de Sombriya -en países de habla hispana- y Drink Shadow Fresh en el resto.

Además, es uno de los 24 proyectos que pasarán a ingresar en la International Start-Up Programme 2014 del Instituto Europeo para el Emprendimiento (EIE), tras la celebración de la II edición de 'Selección de #EIEmprendedores'.

¿Cómo surge la idea de una sombrilla para la cerveza?

Pocos ratos habrá tan agradables, como cuando disfrutamos de una cerveza fresca, en una terraza al sol. Lástima del inconveniente, producido por el rápido calentamiento del líquido que se produce excesivamente rápido, por el impacto de los rayos del sol sobre el líquido y el envase.

Pues tras sufrir esto en innumerables ocasiones, pusimos la materia gris a trabajar, y dimos con una solución, tan sencilla de fabricar como efectiva en su resultado, y además con un coste unitario de producción, desde 0.04 euros/unidad, luego infinitamente asequible a todo el mundo y por un coste insignificante al sector hostelero.

Hicimos los primeros proyectos, y se los enseñábamos a alumnos y amigos, luego a personas muy vinculadas al sector cervecero y a todos, los parecía una idea genial, todos habían hecho lo mismo, con el servilletero, carta de comidas, agenda de trabajo, etc., etc. Luego, vimos que sería muy fácil de explicar y entender, la aceptación era muy superior a nuestras perspectivas.

¿Cuál es el beneficio de esta sombrilla?

Normalmente, cuando tomamos una cerveza al sol alternando, el tiempo medio de consumo es de 17,5 minutos. Si la temperatura exterior es de entre 25º y 32 º, la cerveza servida a 4 grados, alcanza los 9 grados a los 5 ó 6 minutos, demasiado rápido como para tomarla en agradable charla, mientras que si utilizamos el capuchón que hemos patentado, no llega a los 9 grados hasta superados los 14,5 minutos.

Hemos comprobado que el consumo aumenta ya que sin el capuchón, al cliente el último trago de cerveza caliente le genera un rechazo y no le invita a seguir consumiendo, mientras que consumirla fresquita, le incita a seguir disfrutando del momento y pedir otra.

Lo principal es el servicio que da. Realmente se nota una diferencia muy importante de utilizarla a no hacerlo, sin olvidar un importantísimo componente publicitario, no solo para el sector cervecero, al que nos dirigimos principalmente.

Como publicidad, es como a principios de los años 40, con los ceniceros publicitarios, daban un servicio, que ese era su principal objetivo, pero también se utilizaron como soporte publicitario, con lo que metemos el nombre y logotipo de una marca, en un hogar, pero no solo eso, sino que además, ese anagrama lo ponemos frente a la persona en el mejor momento del día, ese momento de tranquilidad y disfrute que es consumir una cerveza.

Además, debido a su diseño de construcción, es un producto que ocupa muy poco lugar, ya que al ensamblarse unos en otros, una cincuentena, ocupa lo mismo que tres servilleteros.

En cuanto a competidores, no los hay, es un producto recién patentado, en un periodo de maduración inicial, y difícil de copiar de manera legal, al ser muy extenso su campo de posibilidades de la patente, vamos al menos algo similar y con similares prestaciones.

¿Cuánto se ha invertido?

Es tan sencillo en su confección, que casi el mayor gasto es administrativo. Otra cosa es ya producirlos en serie; cuyo coste de producción rondará los 6.000 euros de la matriz (una vez en la vida) y luego el coste unitario, muy bajo, inferior a un euro por unidad.

¿Qué previsiones económicas tiene?

Nosotros, nada tenemos que ver con el mundo de la hostelería, ni el de la publicidad, luego nuestro objetivo es vender la patente o bien los derechos de explotación. No pretendemos cambiar de actividad o negocio, somos realmente felices con lo que hacemos, que es la docencia. Buscamos una empresa que se dedique a ello y lo explote, así generará empleo y riqueza para muchos parados, que este país lo necesita.

¿En qué punto se halla el proyecto?

A mediados de agosto, nos concedieron definitivamente por publicación en el BOPI, los derechos del producto, para diez años. Hemos hecho llegar el proyecto a las cúpulas de las empresas productoras/comercializadoras de cerveza en el país y esperamos su contestación.

Lo principal ahora que es dar a conocer el producto, que la gente vea sus virtudes y las empresas nos vean como un producto que mejora la vida de las personas, considerándolo como óptimo para fijar sus marcas comerciales y entrar en todos los hogares españoles (y del planeta).

Entonces, ¿cuándo beberemos nuestra cerveza fresquita durante más tiempo?

En la actualidad, estamos con todo el tema de contratos y acuerdos, tanto de diseñadores, producción y distribución. En paralelo, dándonos a conocer, que es el único problema que tiene una patente: al ser algo novedoso, hay que darlo a conocer.

La idea, es tenerlo todo cerrado antes del 31 de enero, para, en Semana Santa, estar forrando las terrazas y playas de Sombriyas.

Espero y deseo que a partir de la primavera, puedas disfrutar de una cerveza bien fresquita, tomando el sol, junto a las personas que desees.

¿Quiénes son sus clientes potenciales?

Sin duda, las grandes marcas cerveceras, ya que por las características de su producto, no pueden mantener la temperatura con hielo. Para el resto, es un importante componente publicitario, es una oportunidad única de hacer llegar su nombre y logotipo a todo el mundo, además van a asociar esa marca, ese anagrama, con un momento muy agradable.

¿El mayor obstáculo actual en su proyecto?

Llegar a los órganos de decisión de las multinacionales. Hay multitud de despachos, especializados en patentes, pero en los aspectos jurídicos. Pensamos que ese es el motivo por el cual, es muy pequeño el porcentaje de patentes que logran el éxito comercial, porque no hay nadie que se dedique a esa labor de unir inventores con industria.

Está muy bien que las empresas tengan un departamento de I+D+I, pero no van a ser más de unos miles de personas en toda España, cuyo su trabajo es inventar, además con un perfil muy dirigido.

¿Cómo ve su proyecto en el futuro?

Sinceramente, yo soy una persona muy optimista, pero cada vez que se lo mostramos a alguien, el optimismo crece y crece, tanto con simples consumidores, como con profesionales del sector.

Yo pienso que será el gran boom del verano 2015, a nivel mundial, al igual que lo fue la fregona, los herretes de los cordones, etc., etc. Veo España y lo que es más importante, forradas todas las terrazas de mesa, cenicero, servilletero y capuchones.

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