
A pesar de que recurrir a amigos y familiares para conseguir trabajos siempre se ha hecho, especialmente en España, con una tasa de paro superior al 20 por ciento, cada vez son más las personas que consideran bueno recurrir a algún amigo o familiar para conseguir un empleo.
Según apunta el diario La Vanguardia, la situación actual de crisis y de desempleo, especialmente entre los jóvenes, donde la tasa de paro llega al 40 por ciento, fomenta que mucha gente piense que son situaciones de emergencia y justifican recurrir al enchufismo.
Para Norbet Bilbeny, catedrático de la Universitat de Barcelona, "lo peor no es que se cometa esta conducta, siempre inmoral y a menudo ilegal, sino que se haga la vista gorda".
Enchifismo y contacto profesional
Sin embargo, hay que distinguir entre enchifismo y contacto profesional. El segundo caso es una práctica legal y recomendable, según La Vanguardia. Consiste en que una persona recomienda a otra para un trabajo, pero poniendo en juego su propia reputación. Es decir, que quien recomienda lo hace porque piensa que es válido para ese puesto, no por intereses personales.
Según Francesc Torralba, director de la Cátedra Ethos, de la Universitat Ramón Llull "en contextos de crisis, irrumpe la verdadera naturaleza del ser humano, se ponen de manifiesto sus principios y convicciones."