Empleo

¿Ganar 71.000 euros al año por "no hacer nada"? El japonés que lo ha conseguido

  • Antes de la pandemia podía llegar hasta los 4 clientes diarios
Shoji Morimoto, el japonés que gana dinero por “no hacer nada”. Foto: Reuters

Shoji Morimoto es el japonés que gana dinero por "no hacer nada", cobra 10.000 yenes -71 $- por alquilarse. "Básicamente, me alquilo. Mi trabajo es estar donde mis clientes quieran que esté y no hacer nada en particular", explico a Reuters. Actualmente cuenta con uno o dos clientes al día, antes de la pandemia podían llegar hasta los cuatro clientes diarios. Este extraño oficio es lo que le permite mantener a su esposa y a su hijo.

Durante los últimos cuatro años lleva acumuladas más de 4.000 reservas. Al año este japonés tiene una media de mil clientes a 71 euros la cita, le hace ganar unos 71.000 euros anuales, por "no hacer nada"

Anteriormente trabajaba como editor, donde le regañaban constantemente por no hacer nada y de ahí surgió su idea. "Comencé a preguntarme qué pasaría si ofreciera mi capacidad de 'no hacer nada' como un servicio a los clientes", dijo a Reuters. Morimoto en una conversación confió a Reuters que no comprendía una sociedad donde se valora la productividad y se quita merito a "no hacer nada". "La gente tiende a pensar que mi 'no hacer nada' es valioso porque es útil (para otros) ... Pero está bien realmente no hacer nada. La gente no tiene que ser útil de ninguna manera específica", dijo.

Desde su cuenta de Twitter donde tiene 250.000 seguidores, es por donde consigue la mayoría de clientes. Muchos de ellos se han convertido en habituales, uno lo ha llegado ha contratar en unas 270 ocasiones.

Desde para jugar en un balancín en un parque, y hasta sonreír y despedir a una persona desde un tren, ya que el cliente quería una despedida. Estas son algunas de las acciones que realiza en sus reservas. Aunque Morimoto no está dispuesto a hacer cualquier cosa, y ha rechazado varios trabajos como mover un frigorífico o ir a Camboya, y no acepta ninguna petición de carácter sexual. Solo "no hacer nada".

Una de sus clientes más reciente es una analista de datos de 27 años que lo contrató porque quería vestir un sari -un traje típico indio- en público. Pero no quería avergonzar a sus amigos por ello, por lo que decidió contratar los servicios de Morimoto. La joven se sentó frente a él y mantuvieron una conversación mientras tomaban pasteles y té. Ella alegaba que "con mis amigos siento que tengo que entretenerlos, pero con el tipo de alquiler (Morimoto) no siento la necesidad de hablar".

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