
Las elecciones europeas llegarán a su punto cúlmine este domingo cuando 20 de los 28 estados miembros de la Unión Europea vayan a las urnas, en unos comicios en los que se espera que se confirme el dominio de los centristas proeuropeos, pese a un alza de la extrema derecha y de la izquierda.
Alemania, Francia, España y Polonia están entre los grandes estados miembros que representan la mayoría de los 388 millones de posibles votantes que eligen 751 miembros del Parlamento Europeo para el período 2014-2019.
Tras años de crisis económica y creciente desempleo, muchos europeos se cuestionan la conveniencia de una integración europea cada vez mayor, por lo que se anticipa un aumento del voto por los partidos euroescépticos de derecha e izquierda que prometen un cambio radical.
Las encuestas sugieren que un cuarto de los escaños serán para grupos contestarios o antieuropeista, pero al menos el 70 por ciento de las bancas quedarán entre los cuatro grupos principales proeuropeos: la centroizquierda, la centroderecha, los liberales y los Verdes.
La participación, la medida más simple del compromiso ciudadano con Europa, se espera que vuelva a caer, a algo más de un 40 por ciento desde el 43 por ciento de los comicios de 2009.
Desde la primera elección directa en 1979 la tendencia muestra una caída de la participación.
Si bien hay expectativas de que grupos de extrema derecha consigan victorias históricas en países como Francia y Reino Unidos, las encuestas a boca de urna en Holanda, que votó el jueves, sorprendieron.