
El PNV ha ganado las autonómicas vascas con 27 de los 75 escaños en liza, seis más que los 21 de EH Bildu de Laura Mintegi, que pasa a ser la segunda fuerza política de Euskadi. Por su parte, el PSE-EE del hasta ahora lehendakari Patxi López ha logrado 16 actas y el PP 10, mientras que UPyD mantiene el escaño de Gorka Maneiro. Así queda el hemiciclo vasco con un 100% escrutado. De esta forma, se abre la puerta a una posible alianza con la izquierda independentista, en las primeras elecciones regionales desde que ETA abandonó la violencia.
El partido de Urkullu ha vencido en todos los comicios autonómicos desde 1980, salvo las de 1986 (e incluso entonces ganaron en votos). Pese a no tener la absoluta (nadie la ha conseguido en Euskadi en 32 años), el PNV ha triunfado con holgura. El éxito de la izquierda abertzale radical y el desastre socialista son las otras conclusiones de la cita con las urnas.
"Ahora comienza una nueva era", señaló Iñigo Urkullu, el candidato jetzale, cuyo partido se ha dejado tres escaños con respecto a los comicios de 2009.
La formación EH-Bildu consiguió un importante avance y se consolidó como segunda fuerza política vasca, tras una campaña electoral marcada por la crisis económica y las aspiraciones independentistas.
"Es necesario buscar un escenario de acuerdos para reactivar la economía para hacer frente al ineludible reto de conseguir la paz y la convivencia para consolidar un nuevo proyecto político", señaló Urkullu, en una rueda de prensa en Sabin Etxea. "Los desafíos de este país exigen acuerdos amplios".
Urkullu, de 'lehendakari'
"Este país es más grande que cualquier partido e ideología, Euskadi es plural y el desafío (al que se enfrenta) exige acuerdos amplios, plurales y estables", ha subrayado el candidato más votado.
El también presidente del PNV, cargo al que deberá renunciar cuando sea lehendakari, ha asegurado también que hoy comienza un "nuevo tiempo", aunque "como ayer y como mañana" la prioridad es hacer frente a la crisis y al desempleo y el "reto" es "construir la paz definitiva y la convivencia", además de crear un nuevo "estatus político" para Euskadi.
Urkullu se ha comprometido a trabajar para buscar acuerdos porque Euskadi no se construye "unos contra otros, con división o exclusión, sino entre todos y para todos".
"Me comprometo a trabajar y promover acuerdos con los partidos y en el Parlamento para lograr el mayor nivel de consenso posible", ha dicho antes de pedir la implicación de toda la sociedad en este triple objetivo, no sólo de la clase política.
"No tiene marcha atrás"
"No nos van a parar las imposiciones que vengan de Madrid. Este camino no tiene marcha atrás", ha afirmado la candidata de Bildu, Laura Mintegi.
Bildu fue legalizada el año pasado con el tiempo justo a tiempo de presentarse a las municipales de mayo, en las que trastocó el mapa político vasco. En noviembre, y bajo el nombre de Amaiur, la izquierda abertzaleradical regresó también al Congreso de los Diputados.
Con los sondeos a favor, las formaciones nacionalistas iniciaron la campaña con un discurso moderado en cuestiones soberanistas. Sin embargo, y con las reivindicaciones independentistas en Cataluña como telón de fondo, el nacionalismo y las relaciones con el Gobierno central fueron ganando espacio en las intervenciones de los candidatos.
Castigo al socialismo
El regreso triunfal de la izquierda abertzale al Parlamento Vasco contrasta con el castigo al PSE liderado por el hasta ahora lehendakari Patxi López, que pierde 9 escaños y se queda con 16.
El líder del PSE admitió que "estos no son los resultados que esperábamos" y tras felicitar a Urkullu llamó la atención sobre la abstención -del 34,17%- advirtiendo que "nos debería preocupar"."No termina la aventura socialista en Euskadi", señaló. En una comparecencia en el hotel bilbaíno en el que ha seguido los resultados electorales, junto a los dirigentes y candidatos socialistas, ha explicado que ya ha llamado al candidato del PNV, Iñigo Urkullu, para felicitarle por la victoria obtenida y ha resaltado que el PSE será "responsable" en los próximos cuatro años.
"Los socialistas asumimos la responsabilidad en el gobierno y en la oposición, siempre pensando en Euskadi", ha subrayado el candidato socialista, que ha destacado que han sido las primeras elecciones autonómicas "sin la amenaza de ETA" y ha lamentado la baja participación.
Pactos y más pactos
Aunque matemáticamente sería posible una coalición de gobierno entre PNV y PSE, el tono del discurso de López se alineaba con las previsiones de que sea Bildu quien se alíe con el PNV.
El PP, que gobierna España con mayoría absoluta, consiguió 10 diputados, que sumados a los del PSE, no podrían repetir la coalición constitucionalista que asumió el poder tras los comicios de 2009.