Elecciones Autonómicas 2011

Rubalcaba, apagafuegos

En la imagen, Pérez Rubalcaba.

Pérez Royo describe hoy con trazos precisos el rechazo que la ciudadanía siente hacia el presidente del Gobierno, de quien no se discuten las decisiones que ha tenido que tomar en los últimos meses sino la forma de adoptarlas.

A lo largo de la crisis económica, Miguel Boyer ha explicado en tres resonantes artículos que las medidas que se han ido tomando a lo largo del ciclo recesivo han sido sustancialmente correctas. Y, sin embargo, la opinión pública no ha perdonado el procedimiento mediante el cual se ha implementado el ajuste: después de negar enfáticamente la crisis, primero, y la necesidad de proceder a un gran recorte fiscal, después, Rodríguez Zapatero ha visto como se cumplían sus presagios de inmolación hace un año, cuando anunció que tomaría las decisiones que tuviera que tomar le costara lo que le costase.

Así las cosas, y una vez que el 22M ha quedado objetivamente cuantificado el desapego que suscita Rodríguez Zapatero, y que ha reconocido hoy éste en la apertura del comité federal -la derrota es "su responsabilidad", y así la interioriza porque "no es persona de excusas"-, "el todavía secretario general ha hecho el elogio de Alfredo Pérez Rubalcaba, quien cuenta ya con el consenso que ayer formalizaron los secretarios generales de las 17 federaciones autonómicas. Sin obviar los procedimientos y las normas, ha dicho Zapatero, Rubalcaba debería ser el elegido porque es el hombre adecuado y "el único capaz de ganar en diez meses unas elecciones generales". Y quien más confianza y credibilidad acumula.

Zapatero, que ha dado tibiamente las gracias a Chacón, ha justificado una vez más la conveniencia de agotar la legislatura con el argumento de que ello es bueno para acabar de asentar la salida de la crisis, y ha hecho ver que, tras su renuncia a mantenerse en el poder, no puede haber otra razón para ello, con lo que su actitud adquiere credibilidad.

Autocrítica necesaria "pero no más que la necesaria"

Finalmente, el presidente del Gobierno ha llamado al debate de ideas, que se producirá en la Conferencia Política y que debe incluir la autocrítica necesaria "pero no más que la necesaria "para recomponer la figura, reconstruir la oferta socialdemócrata e implementar un proyecto de futuro.

No ha habido el menor rapto de euforia en las palabras de Zapatero ni en los tímidos aplausos que han rubricado su intervención, que en el fondo ha sido lo que se esperaba: la ratificación de que, puesto que a pesar de su inmolación es altamente improbable que el Partido Socialista pueda ganar las próximas generales ?la encuestas y el sentido común así lo indican-, tan sólo Rubalcaba tiene la fuerza capaz de minimizar daños y de evitar un colapso igual superior al de 22M. Ciertamente, diez meses es mucho tiempo en política, pero son muy pocos quienes en este país creen en los milagros.

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