
"Cuando llegue el momento responderé". Esas fueron anoche las únicas palabras de Rubalcaba en relación a su posible candidatura a las presidenciales. Un papel difícil de asumir tras los resultados electorales. Una decisión difícil, la del PSOE ya que colocará al político en una posición comprometida por las decisiones del Gobierno.
Si finalmente el vicepresidente primero decidiese ser el candidato socialista y saliese elegido mediante el sistema de primarias al que parece que el PSOE no está dispuesto a renunciar, Rubalcaba se encontraría con un escenario difícil pero al menos mejor que meses atrás. Con la cifra de paro parece que estancada y con la recuperación de la confianza por parte de los empresarios y el mercado, el socialista podría emprender un fuerte cara a cara con el líder del PP, Mariano Rajoy.
A pesar de los resultados electorales de ayer que prácticamente pintaron de azul el mapa, el ruido generado por el voto útil puede ser una baza a favor del vicepresidente primero.
En los pasados comicios municipales, el PP ganó las elecciones con 7.916.075 votos (35,62 por ciento) que le proporcionaron 23.348 ediles. El PSOE quedó en segundo lugar con 7.760.865 votos (34,92 por ciento), si bien ganó en número de concejales (24.029 ediles). Izquierda Unida, en aquellas circunscripciones donde concurrió en solitario, logró 1.217.030.votos (5,48 por ciento) y 2.034 concejales.
La marca PSOE, tocada
Curioso resulta el efecto que el Movimiento 15-M ha tenido en las urnas. Mientras los ciudadanos congregados en las manifestaciones defendían la idea de que PP y PSOE eran lo mismo, lo cierto es que el efecto en las urnas no se ha producido tan claramente.
Cierto es que, el número de votos en blanco ha alcanzado su cifra récord en democracia alcanzando el medio millón. La lectura de los datos son claros y el votante que ha decidido retirar su confianza al PSOE se ha decantado por no votar, o por dar su apoyo a partidos minoritarios, terceras vías, que han salido claramente beneficiadas.
Ante los resultados la marca PSOE, o mejor dicho, la marca PSOE-Zapatero ha salido 'tocada' pero no hundida. Mientras el votante del PP es fiel a la marca, el socialista ha trasladado su apoyo a otras formaciones lo que ha pintado en mapa de azul. Ante esto, los expertos hablan de un efecto directo en las próximas elecciones generales del 2012 al observar que, ciertamente y como denunciaba el Movimiento 15-M, España es bipartidista.
El escenario para los socialistas no será fácil y para ello el PSOE deberá trabajar en eliminar todo resquicio de Zapatero a la cabecera porque al fin y al cabo, aunque las elecciones han sido autonómicas y municipales, el votante ha castigado las políticas llevadas a cabo por José Luis Rodríguez Zapatero.