
La preocupación por una posible derrota inédita para el PSOE en las elecciones del próximo 22 de mayo condiciona y sepulta los intereses de Chacón y Rubalcaba de cara a las primarias. Los sondeos dan al PSOE una dolorosa derrota en las autonómicas y municipales que hace necesario aunar esfuerzos para evitarlo. Todo lo demás queda relegado.
Según informa hoy el diario El País, la respuesta de los miembros del PSOE a esta cuestión es clara. "¿Quién puede pensar en si votas a uno, o a otra, o a un tercero para ser el candidato de 2012 si a lo mejor muchos de nosotros estamos en el paro?". La opinión de este alcalde socialista es compartida por muchos miembros en el seno del partido. Lo primero es la propia supervivencia, el candidato para las generales vendrá después. "Para eso queda tiempo", sostienen.
Como había previsto el aparato federal del partido y, sobre todo, José Luis Rodríguez Zapatero, las primarias no deben ser un obstáculo ni interferir lo más mínimo en la campaña electoral. Menos aún con los resultados que le otorgan los sondeos al PSOE. La campaña acapara todo el tiempo de los socialistas, tanto de los candidatos locales, que recorren miles de kilómetros entre mítines, debates y propuestas, como de los dirigentes nacionales.
En todas las federaciones socialistas se piensa primero en ellos mismos, anteponiendo de momento sus intereses de los de los posibles candidatos a las generales del año 2012. En juego está, no sólo su puesto de trabajo, si no también el peso que tendrán al elegir al sucesor de Zapatero.
La influencia de los principales barones del PSOE dependerá en gran medida del resultado de estas elecciones autonómicas y generales.
Nada más conocerse la noticia de que Zapatero no se presentaría a la reelección, en todo el partido se dio prácticamente por hecho que los dos únicos candidatos serían Alfredo Pérez Rubalcaba y Carme Chacón. Ambos parecen tener totalmente asumida la actual situación y los primeros mensajes discordantes que surgieron de cara a las primarias han desaparecido.
Están en campaña. El vicepresidente primero, como sucediera hace cuatro años con Teresa Fernádez de la Vega lo hace a diario. Chacón, según la versión oficial tal y como informa El País, para dar respuesta a las peticiones de las distintas federaciones. Entre ellos ni se cruzan ni se lanzan mensajes. Cargan contra la derecha.
A cuatro días de las primarías, y mes y medio después del anuncio de Zapatero, se está empezando a dudar incluso de la conveniencia de las primarias. Algunos dirigentes socialistas piensan que esta fórmula ha dado resultados dispares y puede provocar una imagen de división en el seno del partido.
Ha habido experiencias diversas con las primarias. En julio de 2000, tras la dimisión de Joaquín Almunia como secretario general del PSOE en marzo, la victoria en las primarias de José Luis Rodríguez Zapatero sobre cuatro contricantes, entre ellos José Bono, otorgó una gran legitimidad a su mandato. Sin embargo, la pelea entre Almunia y Borrel en 1998 ofreció una imagen de división interna que contribuyó a la rotunda victoria de Aznar en 2000.
Actualmente, el PSOE tiene unas malas perspectivas electorales, derivadas de la crisis económica y el desempleo. Cualquier decisión queda vinculada al resultado de los comicios del próximo domingo, incluída la propia celebración de las primarias. No se quiere mostrar una imagen de lucha interna, pero además pueden modificarse la correlación de los futuribles apoyos.
Tras las elecciones del próximo domingo, el panorama socialista puede dar un vuelvo y dejar en situación precaria a numerosos líderes territoriales. De ser así, se extiende la idea de buscar fórmulas que "sumen y no resten" para las próximas elecciones generales.