Elecciones Generales 20N

El país apuesta febrilmente por el cambio

Rajoy pronunció ayer un discurso conciliador. Imagen: EFE

Las encuestas acertaron en la tendencia pero se quedaron cortas, y esta primera valoración expresa bien significativamente lo sucedido: con respecto a las elecciones generales de 2008, el PP ha subido apenas cuatro puntos porcentuales y el PSOE ha caído quince.

El PSOE ha registrado pues un contundente retroceso, con menos escaños y un porcentaje de votos inferior a los que logró Almunia en el 2000 e incluso a los que logró Felipe González en las primeras elecciones democráticas de 1977, cuando el PSOE estaba recién salido de la clandestinidad.

El vuelco

El vuelco en votos y escaños ha tenido sobre todo lugar en Cataluña, en Euskadi y en Andalucía, comunidades que han registrado significativos aumentos populares y llamativos retrocesos socialistas. El PSOE no ha conseguido la victoria en ninguna comunidad autónoma, con lo que, tras este triunfo, el PP logra la mayor acumulación de poder político que jamás ostentó un partido político en esta etapa democrática. Asume así Rajoy una grave y honrosa responsabilidad.

Ascenso de las minorías

Las predicciones de las encuestas intuyeron también el ascenso de las minorías, que esta vez ocupan bastante más espacio parlamentario que en 2008, cuando PP y PSOE ocuparon 323 de los 350 escaños del Congreso (ahora apenas ocuparán 297). Los otros dos partidos de ámbito estatal con representación parlamentaria han incrementado notablemente su representación: Izquierda Unida sube hasta los 11 escaños y UPyD hasta los 5, por lo que ambos formarán grupo parlamentario. Equo consigue un escaño pero en Valencia, en coalición con Compromis, por lo que su líder, López Uralde, no ha conseguido el acta de diputado.

En el terreno autonómico, lo más reseñable que, contra pronóstico, el PSC de Chacón no ha conseguido ganar las elecciones en Cataluña, lo que puede frustrar sus aspiraciones de la dirigente catalana, todavía ministra de Defensa, en el PSOE; a pesar de los durísimos ajustes que realiza el gobierno catalán, y que parecía que habían generado desafección, CiU ha logrado la victoria y ha pasado de 10 a 16 escaños, lo que refuerza sin duda su alma soberanista, y el PP, finalmente, ha quedado en tercera posición. En Euskadi, donde tampoco ha ganado el PSE ?ha quedado en tercer lugar-, Amaiur ha desplazado al PNV del liderazgo nacionalista en escaños, aunque no en votos, y las dos formaciones han conseguido grupo parlamentario.

El discurso de Rajoy

La intervención de Rajoy cuando estaba concluyendo el escrutinio no ha sido puramente formularia: el futuro presidente del Gobierno ha pronunciado un discurso muy conciliador y tranquilizador de buen nivel y de convocatoria amplia a todo el país, para que entre todos abordemos la inmensa tarea que tenemos por delante. Ha asegurado no actuará con sectarismo y que todos estamos invitados al esfuerzo común. Ha anunciado que convocará a las comunidades autónomas para planear todos juntos la salida de la crisis sobre criterios de solidaridad. Ha manifestado su disposición a ser "el más leal y exigente de los socios" de la Unión Europea, de forma que "dejaremos de ser un problema para volver a formar parte de la solución" y, pese a todo, ha sido realista: "no va a haber milagros", ha reconocido. "No los hemos prometido", ha recordado acto seguido. Pese a lo cual ha mostrado su esperanza de que si se hacen bien las cosas, los resultados lleguen. Eso esperamos todos, sobre todo los cinco millones de parados y los innumerables damnificados de uno u otro modo por esta terrible recesión que, por cierto, nos amenaza con una recidiva.

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