Estados Unidos

Clinton y Obama se ponen verdes en Virginia Occidental

Una semana más, Clinton y Obama se volvieron a ver las caras en una nueva contienda electoral, sin embargo, esta edulcorada batalla no contó con el sinvivir de las últimas semanas puesto que se daba por descontado que la ex primera dama saldría beneficiada en West Virginia.

Por su parte, el senador de Illinois prefería centrarse en el futuro y ya cuece su estrategia contra el republicano John McCain de cara a las presidenciales del próximo noviembre.

La senadora de Nueva York supo ganarse la confianza de un estado repleto de jubilados y clase trabajadora, los pilares de su campaña. Pese a que Virginia Occidental sólo puso en juego un total de 28 delegados, muchos vieron con malos ojos que Obama, en ocasiones criticado por su elitismo, no prestase demasiada atención a una región cuyos problemas representan los de millones de estadounidenses en otras partes del país.

Los problemas económicos de Clinton

Pese a tener una deuda que alcanza los 20 millones de dólares y con una diferencia de delgados considerable, Clinton insistió en afirmar durante un acto de campaña en Virginia Occidental que “la lucha no acabará hasta que la mujer con traje de chaqueta lo diga”, haciendo referencia a sí misma. La senadora está convencida de que pese a la diferencia con su oponente, ella es la que más posibilidades tiene de convencer a la clase trabajadora de cara a las presidenciales.

En Virginia Occidental, casi una cuarta parte de los electores tiene al menos 60 años de edad, y una proporción parecida tiene una escolaridad máxima de secundaria. Más de la mitad vive en familias con ingresos de hasta 50 mil dólares al año. Según los resultados, Clinton ganó al menos 15 de los 28 delegados en juego en Virginia Occidental, que como en anteriores primarias se reparten proporcionalmente. Obama tiene ahora 1.875.5 delegados contra los 1.712 de Clinton, mientras se requieren 2.025 para conquistar la candidatura presidencial en la convención nacional demócrata de Denver.

El voto de los trabajadores

Con los precios de la gasolina por los aires y la crisis haciendo mella en el corazón de las familias más humildes, tanto Clinton como Obama deben hacerse con el voto obrero, por eso, las promesas de empleo y el desarrollo de energías renovables están jugando un papel esencial en la campaña electoral. De hecho, ambos pretenden invertir cerca de 150 mil millones de dólares en limpiar el medio ambiente, reducir la dependencia energética de EE.UU y, de paso, crear un total de cinco millones de trabajos “verdes”.

Para Clinton, esta clase de proyectos son clave para captar la atención de los más jóvenes, como la conquista del espacio lo hizo en su día con otras generaciones. De todas formas no es oro todo lo que reluce puesto que los expertos aseguran que las cifras aireadas por ambos candidatos están algo manipuladas. Muchos creen que la transición de muchas compañías al uso de energías renovables y reducir las emisiones de carbono a la atmósfera acabará por destruir empleo.

Margo Thoming, economista jefe del Consejo Americano de Formación Capital explicó a la agencia Bloomberg que la transformación ecológica del corporate norteamericano podría costar entre tres y cuatro millones de puestos de trabajo de aquí a veinte años.

Los planes de la mujer del ex presidente Bill Clinton y el senador de Illinois en estos menesteres son prácticamente idénticos. Ambos demócratas están dispuestos a invertir una ingente suma de dinero durante la próxima década para fomentar una transicion para reducir las emisiones de carbono alrededor de un 80 por ciento hasta 2050 si las comparamos con los datos registrados en los 90. Tanto Clinton como Obama han ejemplificado con una empresa española, Gamesa, que cuenta con importantes operaciones en el estado de Pennsylvania y que ha creado un total de 1.600 empleos en el país.

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