
La aspirante demócrata, Hillary Clinton, ha decidido abandonar la carrera por la nominación de su partido si no alcanza a Barack Obama en las primarias que quedan. Los analistas ya dan por hecha la investidura del candidato afroamericano y la idea de una fórmula Obama-Clinton vuelve a emerger.
La candidatura de Hillary Clinton ha acabado de un plumazo con toda la especulación que ha venido anunciando la prensa internacional, según la cual no sería hasta la Convención de Detroit cuando se decidiera (y exclusivamente a partir de los 'superdelegados'), la candidatura demócrata. El jefe de campaña de la senadora por Nueva York, Terry McAuliffe, ha asegurado que, de momento, no hay razones para que Clinton cese en su empeño de alcanzar a Obama hasta que termine el proceso de las primarias, pero, conocedor de la dificultad que entraña tan dificil empresa, ha aclarado que si Obama gana las elecciones que quedan, la ex primera dama no se presentará al congreso que celebrará el partido en agosto para elegir a su candidato a la presidencia de Estados Unidos. Así de fácil.
¿Obama y Clinton juntos?
La idea de que Barack Obama y Hillary Clinton integren una única fórmula como candidatos a la presidencia y vicepresidencia de Estados Unidos, en aras de la unidad demócrata, vuelve de esta manera a resurgir como alternativa a la correosa figura del candidato republicano, John McCain.
Obama no quiso descartar este jueves la posibilidad de que su rival, Hillary Clinton, pueda ser su vicepresidenta si al final consigue llegar hasta la Casa Blanca. "No hay ninguna duda de que está cualificada para ser vicepresidenta, tampoco hay ninguna duda de que lo está para ser presidenta", aseguró el senador por Illinois. En una entrevista concedida a la CNN, afirmó que aún no ha preparado su nominación presidencial, pero que cuando lo haga comenzará por seleccionar a un candidato a la vicepresidencia.
El martes último, Harold Ford, del DLC (Democratic Leadership Council), líder de una corriente centrista en el Partido Demócrata, comenzó a abogar con fuerza por una candidatura común. "Una fórmula Obama-Clinton podría responder a las grandes preocupaciones, de una parte y de la otra, por las diferencias y la animosidad (entre ambos campos), y por la dificultad de Barack de atraer el voto de los blancos", dijo Ford al canal MSNBC.
William Galston, quien fuera un colaborador de Bill Clinton, marido de Hillary, y que actualmente trabaja en la Brookings Institution, estima que este dúo podría impulsar a Obama a intentar lo inconcebible, como cuando en 1960 John Kennedy ofreció la vicepresidencia a Lyndon Johnson y en 1980 Ronald Reagan hizo equipo con George Bush. "A pesar de las diferencias, Obama podría decidir que lo más prudente es reunir el partido de la forma más visible que se pueda imaginar", proponiéndole a Clinton compartir una fórmula. "Si ella no acepta, el partido no la perdonará jamás", sostuvo Galston.
No decidirán los 'superdelegados'
La lucha entre los dos candidatos demócratas "terminará a principios de junio", asegura McAuliffe. "Todos hemos dicho que estaremos juntos al final. Si Hillary no gana, Hillary, el presidente Clinton y yo mismo estaremos allí ayudando al senador Obama", ha asegurado.
No obstante, el jefe de campaña de la senadora insiste en que Clinton "puede ganar los Estados que necesitamos para ganar a las elecciones generales". "¿Por qué Hillary Clinton debe retirarse antes de que haya un nominado con el número de delegados necesario?, ha preguntado McAuliffe en el programa Today de la cadena NBC.
Obama cuenta con el apoyo de 1.876 delegados, frente a los 1.729 que apoyan a Clinton. Con sólo 217 delegados por decidirse en las últimas seis contiendas, Clinton no tienen posibilidades reales de alcanzar a Obama en número de delegados ni en votos populares.